Ha levantado todo tipo de crítica la modificación del Presupuesto General del Estado del 2022, enviada por el presidente Luis Abinader al Congreso Nacional, en donde se propone reducirle alrededor de 4 mil millones de pesos a la asignación del Ministerio de Educación, para transferirlos a otras instituciones, siendo una de las que serán favorecidas con esta funesta injusticia el Ministerio de Relaciones Exteriores (MIREX).

A pesar de los cuantiosos y desmedidos aumentos salariales en las dotaciones que ha recibido la mayor parte del personal diplomático que nombró este gobierno, y de la pésima gestión extranjera que este ha realizado (a excepción de la embajadora en Washington), la Cancillería busca afanosamente incrementar la nómina con fines inconfesables.

Lo lamentable, protervo y deletéreo de la reducción del presupuesto a Educación para incrementarle los recursos a instituciones como el MIREX, es que gente que apoyó el movimiento “Sombrillas Amarillas”, hoy observa frustrada esta grosera extracción del dinero del MINERD de su presupuesto.

Sin planes ni proyectos, agenda que seguir, e improvisando a diestra y siniestra, a esta diplomacia de la molicie no le ha bastado la aprobación aciaga y escandalosa del seguro internacional, expediente que cuando se destape, disparará todas las alarmas, sino que buscan más para la mamandurria y los dólares fáciles.

Mientras tocamos fondos debido a la baja calidad de nuestra educación y la escuela dominicana naufraga en un mar de incertidumbre y anarquía, repercutiendo ese mal hasta en el crecimiento de la violencia que hoy abate a la sociedad, Cancillería aumentará sus fondos sin ningún logro tangible, engordando una burocracia incapaz de producir un hecho.

El uso de los fondos que el MINERD no utiliza puede ser manejado en un sin número de escuelas deterioradas, y la terminación de planteles escolares.