Opinión

Mediocridad docente

Mediocridad docente

Sin antes siquiera presentarse con sus alumnos, miles de maestros de escuelas públicas abandonaron ayer las aulas para participar en una marcha cuyo único logro fue el de paralizar o entorpecer el tránsito en casi todo el Distrito Nacional.

Aunque la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) dijo que el propósito de ese cierre de docencia fue para exigir que los recursos del 4% sean usados para mejorar las condiciones de las escuelas, la concentración de docentes fue sólo una demostración de abuso de poder y debilidad de las autoridades.
La ADP otorgó un plazo de una semana al Ministerio de Educación para que se acoja a la firma de un pacto redactado por ese gremio, denominado “Por más y mejor educación y por la paz escolar”, que incluye degradar los niveles de competencia exigidos en los concursos para ingresar a la carrera docente.

La anhelada paz en las escuelas públicas, conforme a la advertencia y vías de hecho de la ADP, sólo se alcanzaría si el 4% a la educación se invierte principalmente en exageradas reivindicaciones económicas y en permitir el ingreso como maestros de postulantes que no aprobaron las primeras pruebas de competencia.

Sin negar el derecho de los maestros a reclamar mejores condiciones laborales, justo es señalar que ese sector posee en términos comparativos los salarios más competitivos entre los grupos de servidores públicos, propios sistemas de seguridad social, incluido seguros médicos, asistencia hospitalaria, pensiones y jubilaciones.

La preocupación que externa la ADP por más y mejores edificaciones escolares y por la calidad de la educación parece un derroche de hipocresía, toda vez que no se le conoce interés en discutir con las autoridades temas relacionados con la mejora del pénsum escolar y del mejor aprovechamiento del sistema de tanda extendida.

La comunidad educativa ni la sociedad en general merecen los agravios que les inflige un gremio de perfil economicista, a cuyos dirigentes parece importarles un comino el futuro de millones de estudiantes a los que pretende condenar a sufrir los devastadores efectos de una inhumana mediocridad docente.

El Nacional

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