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Michel: “He sufrido en carne propia el racismo, pero he vencido”

Michel:  “He sufrido en carne propia el racismo, pero he vencido”

Especial para Qué Pasa!
Es el propio Michel que sale a recibir. Calmado, de paso lento, con una mirada un poco cansada, “pues he tenido problemas con el sueño las últimas noches”, y alojado en su “búnker” de Malecón Center, desde el piso desde donde se observa un azul mar dominar a las 10:00 de la mañana, el salsero que se ha hecho popular entre un variada fanaticada, hace un repaso de su vida.

De entrada, afirma, que a pesar de que tiene más de cuarenta años de carrera artística se mantiene fresco, ávido, atento a lo que pasa en el mercado de la música. Para él, Youtube, las redes sociales, el Internet, son herramientas que usa a su favor, y que le hacen la vida más fácil como artista.

En Michel, El Buenón, quien ha saboreado el éxito desde hace varias décadas, aún permanece el hambre del primer día.

El hambre por conseguir un éxito artístico, el ansia por conseguir un “éxito musical” que la gente tararée hasta el cansancio. Algo que rompa. Por eso, Michel, a quien siempre se quiere poner en la biografía el asterisco de que fue abandonado en un basurero por su madre, revela que recientemente ha grabado un tema que promete mucho, y por eso “se lo he enviado a mi sobrino, que es quien sube todas sus cosas a las redes”.

Está consciente de cómo se mueven las cosas en el mundo musical. Si el tema gusta a partir de ahí se puede convertir en un éxito. De ahí que no le tiemble el pulso para afirmar que “el negocio de la música ha cambiado dramáticamente”. Por eso él ha hecho sus cambios. Y se nota, a su lado, y colaborando con su carrera se ve a Julio César García, creador del Grupo Aventura, y persona con un pedigrí respetable en el mundo de la música.

“Estoy en el mejor momento de mi carrera, estoy abriendo mercados y nichos en otros lugares. Uso las redes, ahora es más fácil tener éxito que cuando empecé”, dice Michel, a quien el segundo apellido pocos le conocen: Batista.

Con la música urbana, con esa que ahora está sonando en todo el mundo, tiene sus reservas en lo que se refiere al tipo de letras, y a una lírica que descuida mucho las formas. Sin embargo, en lo que no le cabe dudas al salsero es que “a la música tradicional no la desplaza nadie, es una música que vino para quedarse, para estar presente siempre”.

Con un grande

Michel tiene mucho que contar. Su carrera ha estado jalonada de cambios, viajes, éxitos, y miserias. Pero también de situaciones y vivencias realmente envidiables. Entre ellas, que vivió por espacio de varios meses con el mítico cantante francés Charles Aznavour.

De él habla como de un protector, de un amigo. Le enseñó cosas, no sólo de la música, sino también del arte gastronómico. El intérprete de La Bohemia cocinaba riquísimo. Pero el intérprete de Ese tipo soy yo y Dónde estará mi primavera, dijo que se dio banquete por estar a su lado. Además de que le enseñó sobre la importancia de la disciplina para mantenerse en el éxito y no pisar los abismos del fracaso. Algo le duele: no pudo darle el último adiós, ya que estaba a miles de kilómetros cuando el protegido de Edith Piaf cerró los ojos.

Discriminación

Como todo negro ha tenido que tenido que enfrentar situaciones. Camino al éxito su epidermis de ébano ha sufrido. Su alma ha sido zarandeada. El racismo muchas veces se ha querido interponer en el camino. Cuenta experiencias en la que ha escuchado a sus espaldas antes de subir a tarima, cosas como “y ese es el negrito que va a cantar aquí”. Hasta en su propio país han asegurado que es haitiano.

El rosario de agravios por el color de su piel es grande. Pero él no se ha detenido en esos terribles percances, y es que una vez se dijo al ver a Fausto Rey “si ese negrito lo pudo hacer, tener un arrollador éxito, yo también puedo lograrlo”. Y el tiempo le dio la razón, se ha convertido en un salsero conocido, querido.

Con eso del racismo, ha expresado que lo ha vencido, que ha llegado donde ésta a pesar de las zancadillas y obstáculos que muchos le han puesto. He vencido, afirma quien no tiene reparos en afirmar que viene de Batey 7, Barahona.

Querido en el país

A pesar de los latigazos del racismo que ha recibido, a pesar de que muchos disqueros y productores lo han engañado, Michel asegura que a estos eventos dolorosos le ha cerrado la puerta. Se siente querido en el país, se siente que la gente dominicana le profesa afecto.

“Mi público va desde los cinco años hasta la gente de 80 años”, dice un artista que ha estado en agrupaciones tan legendarias como la de Johnny Ventura, y que ha tenido que ver con éxitos tan arrolladores como El Jardinero de Wilfrido Vargas.

Colombia

La patria del escritor Gabriel García Márquez es otra cosa. Allí el artista dominicano Michel es prácticamente venerado. En esa tierra de cálidos intérpretes el salsero ha encontrado un punto para desarrollarse. Menciona que también son populares Sergio Vargas, Fernando Echavarría, Eddy Herrera, Rikarena, Cuco Valoy…

Frente a la piscina, de espaldas al mar del Caribe, Michel, quien nunca alzó la voz en toda la entrevista y que no fue la fiera que algunos pintan, se extiende en el asiento, y antes del suspiro que hace para definirse, asegura: “me defino como un hombre enamorado de la vida, que brinca, salta y disfruto del canto”.

El Nacional

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