Presa Río San Juan en el valle de Samaná. Es uno de los principales acuíferos dentro de los humedales. Jorge González
Samaná es una ciudad entre mar y montañas, con playas y humedales, donde el consumo de drogas y la falta de instalaciones deportivas, entre otros factores, impiden el desarrollo de la juventud, así lo afirman dirigentes comunitarios provinciales.
Al transitar por la única avenida, conocida como malecón o La Marina, de oeste a este, a la izquierda está la zona montañosa Pan de Azúcar y a la derecha su playa con vaivén de olas, embarcaciones pesqueras y turísticas entrando y saliendo a la bahía donde los promotores del turismo ofrecen a los visitantes los distintos productos de la provincia.
Pero, el profesor Mártires Mercedes, de artística, con más de 27 años de experiencia en la escuela Ángela del Rosario de Raíz, padre de cuatro hijos, dijo que el consumo de drogas está haciendo mucho daño a la juventud de Samaná, ya que conoce de muchachos que son brillantes en los estudios y tiempo después comienzan a perderle el interés y que casi siempre es por los vicios.
“Es una cosa tremenda, en horas de la noche en cualquier lugar, en especial en los callejones donde hay tres y cuatro jóvenes juntos, es fumando droga, pericos y cualquier otros estupefaciente y lo más preocupante no hay autoridad donde acudir porque a veces las personas que están llamadas a establecer el orden son los mismos que la están vendiendo”, así lo expresó el educador.
Con la aparición de la música urbana que está incidiendo en la juventud han cambiado los ritmos, pero Samaná mantiene su folclor tradicional, el bambulá, que es una combinación de música francesa y africana.
Fuera de la ciudad en cualquier lugar, casi siempre al lado de una montaña se observan jóvenes practicando béisbol, algunos con guantes otros no, otros sin el calzado adecuado, por eso Ruddy Rijo instructor de deporte admite “en pelota estamos bien y ahora se están desarrollando los torneos del nordeste, con equipos de Nagua, Las Terrenas, Samaná, entre otras localidades. Pero el basquetbol y voleibol están en el suelo, porque no hay instalaciones deportivas por ejemplo el polideporportivo Arnold Fedor Lalane, el único de la provincia, se encuentra en mal estado, el voltaje de la luz es bajo, las pantallas están dañadas, los baños en mal estado, el tabloncillo deteriorado, los asientos de los fanáticos en mal estado”.
Te puede interesar leer: Conoce el origen de tu pueblo: Samaná
Por eso el dirigente de deportivo pidió a un equipo de prensa de El Nacional que visitó Samaná que publicaran esta información para que el presidente de la República, Luis Abinader, preste atención a la provincia y del ministro de Deportes, Francisco Camacho Rivas, ordene el mantenimiento de las instalaciones deportivas de Samaná, porque a su entender las autoridades provinciales no están realizando su trabajo.
La pesca
Considerada la fuente de trabajo más antigua de Samaná durante siglos, que emplea centenares de hombres que a diario buscan el sustento de sus familias, ahora está enfrentando dificultades porque están entrando en la bahía unos barcos denominados licuadoras que se llevan los peces grandes y pequeños, sin ningún control de las autoridades de Medio Ambiente y Armada de la provincia.
Los mototaxis
Otra realidad de Samaná, las cuales son motocicletas que le adaptan una caceta con dos líneas de asientos, y les permiten transportar cuatro y cinco turistas o personas de la comunidad por cualquier cuesta sin importar que llueva.
Porfirio Solís, conductor de una de dichas unidades, expresó que con este medio de transporte produce la manutención de su familia, pero ahora con el aumento de los precios de los combustibles los niveles de ganancia se han reducido al mínimo.
Samaná