Se presta a conjeturas el misterio que ha rodeado el decreto a través del cual el Gobierno concedió la nacionalidad a 50 descendientes de haitianos “despojados de su ciudadanía” por el Tribunal Constitucional en 2013.

El decreto 297-21 fue firmado el 30 de abril por el presidente Luis Abinader, pero fue el sábado cuando vino a conocerse.

La Consultoría Jurídica del Poder Ejecutivo lo mantuvo en secreto, como si temiera la reacción de la opinión pública o por cualquier otra circunstancia.

La misma actitud observó el entonces presidente Danilo Medina cuando reconoció por medio de un decreto la “nacionalidad” de 750 dominicanos de ascendencia haitiana porque supuestamente habían sido despojados de la ciudadanía. Si con la decisión Abinader no incurrió en violación de alguna ley, es suspicaz el misterio con el decreto que nacionaliza a los haitianos.