Más de 33 mil personas entre brigadistas, médicos, paramédicos, policías y militares unen esfuerzos desde el lunes en un operativo nacional para prevenir accidentes y garantizar seguridad ciudadana durante la temporada de Navidad y Año Nuevo, tarea que no sería exitosa sin el concurso de la población.

La excesiva ingesta de alcohol se erige como el principal factor de riesgo de accidentes e incidentes durante el periodo de festividad que se extiende hasta el primero de enero, por lo que las autoridades han establecido el protocolo de obligar a conductores imprudentes a someterse a la prueba del alcoholímetro.

También, la Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet) dispondrá de operativos especiales alrededor de los centros de expendios de bebidas alcohólicas para impedir que personas manejen bajo los efectos del alcohol, a los que se les incautará el vehículo hasta que les pase la borrachera y paguen una cuantiosa multa.

Miles de personas inician éxodo hacia comunidades de provincia para disfrutar del asueto de Navidad junto a sus familias, por lo que el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) ha dispuesto vigilancia policial, militar y de socorristas en autopistas troncales y carreteras secundarias.

Se requiere, además, que las autoridades procedan a incautar todo tipo de armas de fuego que sean exhibidas en lugares públicos, especialmente en centros de diversiones, porque revólveres y pistolas no hacen buena liga con ron y cerveza.

Aunque los hospitales han reforzado sus áreas de emergencia y cirugía y se disponen de 164 ambulancias para acarrear accidentados o heridos en riñas, lo mejor sería que toda la ciudadanía exhiba sensatez y comedimiento para que el luto no reemplace a la alegría.
Las más de 33 mil personas que durante Nochebuena y Navidad se ausentarán de sus hogares para encargarse de la seguridad de los demás, deberían recibir al menos como muestra de agradecimiento y de respeto, una ejemplar muestra de civismo y de respeto a la ley por parte de toda la población.

Para evitar la ocurrencia de accidentes e incidentes que causan muertos y heridos, se requiere que las autoridades actúen con todo rigor frente a violadores de la ley porque siempre será mejor tener a ese tipo de gente en la cárcel y no en un hospital o en el cementerio.