Opinión Carta de los Lectores

Moral y ética

Moral y ética

Cartas

La iglesia católica considera que la República Dominicana necesita elevar sus deberes morales y éticos, y resalta que no solo se debe medir el crecimiento económico.

Uno de los principales voceros de los católicos, el obispo de La Altagracia, monseñor Jesús Castro Marte, ve las fallas morales que sacuden a la sociedad de hoy, a pesar del gran avance económico.
Las inquietudes de Castro Marte son válidas en una sociedad que a veces luce deshumanizada y donde solo vale el dinero, no importa cómo se consiga.

Esas fallas sociales tienen nombre y apellido, son producto de las desavenencia sociales, y de que cada cual se ocupa de lo suyo y no de crecer en un ambiente solidario y altruista.

La individualidad que sacude a los dominicanos es dañina, porque siempre se debe pensar en el bien común. En el país se avanza en forma individual, pero el colectivo sigue aprisionado en los problema generales.

Elevar la moral y fortalecer la ética es un trabajo arduo. Debe comenzar por las escuelas, trabajando a largo y a corto plazo. Es necesario erradicar de la sociedad las prácticas malsanas, y que florezca la integridad.

El desarrollo económico y social no significa que se tiene una moral y un desarrollo ético a prueba, por el contrario, la mayoría en la dura lucha por la existencia rompe con todas las barreras y posibilidades.
El concurso de toda la sociedad es necesario para mejorar las condiciones de vida de los más necesitados, de los desempleados, de los menesterosos, de los que han perdido las esperanzas.

Es sumamente difícil que sin la debida solidaridad se pueda avanzar en el camino del desarrollo pleno, donde a cada cual le toque la oportunidad de desarrollarse. Es utópico pensar en una sociedad igualitaria, tiene y hay que saltar sus escalones sociales.

Pero de lo que se trata hoy es de oportunidades y facilidades. Cada cuál de acuerdo a su capacidad o su fuerza bruta, que tenga la oportunidad de desarrollarse y tener el alcance económico que le permitan sus circunstancias.

La iglesia, y es uno de sus males, siempre ve las injusticias sociales, las desavenencias económicas, sabe que ahí está el rompimiento social, pero no busca los culpables de esa situación.

Pero es un paso de avance de una iglesia que con fino lenguaje de pulpito y diplomacia plantea males sociales y morales que todos los dominicanos deben luchar para erradicar. La iglesia debe ser fiel a su menaje de que Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

Por: Manuel Hernández Villeta

Sudelka Garcia

Periodista de El Nacional Digital