Estados Unidos ha prohibido las importaciones de varias frutas y vegetales de República Dominicana, incluido aguacate, lechosa, ajíes y tomate, para evitar el ingreso a su territorio de la “mosca del Mediterráneo”, detectada en Punta Cana.

El ministro de Agricultura, Angel Estévez, ha dicho que la prohibición es temporal y que solo afecta una limitada cantidad de rubros, declaraciones que no producen mucho aliento, porque algo similar se dijo cuándo hace muchos años se vetó el ingreso de carnes dominicanas al mercado estadounidense, que todavía persiste.

De nuevo se advierte sobre serias debilidades en el sistema de prevención y vigilancia fitosanitaria en terminales aéreas, puertos y zonas fronterizas, por lo que debería establecerse cómo ingreso a territorio nacional la plaga de referencia.

El Gobierno de Estados Unidos ha ofrecido asistencia técnica para la detección y erradicación de la mosca del mediterráneo, que se desarrolla y expande en climas cálidos o tropicales, como los prevalecientes en República Dominicana, lo que evitaría que ese insecto se vuelva endémico.

Es claro que en lo inmediato, la presencia de esa plaga perjudica las exportaciones de aguacate, lechosa, ajíes y tomate, entre otros frutos y vegetales al mercado estadounidense, lo que afectaría la economía de cientos de productores a cielo abierto y bajo ambiente controlado.

Las frutas y vegetales han experimentado un crecimiento cuatro veces mayor que el valor del resto de las exportaciones nacionales, lo que revela su importancia económica y extrema necesidad de protección fitosanitaria de esos cultivos.

La presencia en Centroamérica de esa mosca rojiza y amarilla, de alas trasparentes, que pudre las frutas, data de más de 30 años, pero nunca había ingresado a territorio dominicano, hasta su detección en un cuadro de 22 kilómetros cuadrados en la cercanía del aeropuerto de Punta Cana, lo que obliga a las autoridades a declarar la zona en emergencia fitosanitaria hasta eliminar totalmente esa plaga.

No resulta prudente que las autoridades divulguen el caso de Honduras, donde la mosca del Mediterráneo es endémica, para promover la idea de que aun con esa plaga, es posible exportar frutos y vegetales a Estados Unidos. Lo imperioso debe ser su erradicación, así como redoblar la vigilancia para evitar el ingreso de otras plagas.