Editorial

Muy bien

Muy bien

El Poder Ejecutivo ha enmendado algunos aspectos del proyecto de ley de Reforma Policial que crearían discrepancias innecesarias y alentarían debates que dificultarían su aprobación en el Congreso Nacional, aunque se resalta que esa rectificación subsana desaciertos y previsible colisión constitucional.

La decisión del presidente Danilo Medina de retirar del Senado el texto original de esa propuesta legislativa ha sido altamente encomiable porque demuestra su decidida intención de consensuar los términos y alcance de tan trascendente iniciativa.

La primera corrección ha sido la de retornar al Ejecutivo la facultad constitucional de ejercer el rol de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y la Policía que había sido declinada ante el Consejo Superior Policial que integraría una terna de generales para que el jefe del Estado escogiera al titular de la institución.

Se revocó además el artículo que establecía en tres años la permanencia del jefe policial, en detrimento de la autoridad presidencial para revocar de manera anticipada tal nombramiento.

Aunque no fue mencionado por el secretario de la Presidencia, licenciado Gustavo Montalvo, entre los artículos modificados del proyecto de ley de Reforma Policial, el que revoca la propuesta de colocar a la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) bajo la tutela administrativa de la Procuraduría general, resulta uno de los más importantes.

Ha hecho bien el presidente Danilo Medina en rectificar tal desatino, pues la DNCD constituye una agencia élite ya vinculada por mandato constitucional al Ministerio Publico, que dirige todas las diligencias procesales e investigativas en materia de uso y tráfico de sustancias controladas, así como lavado de activos.

Envolver a la DNCD en la telaraña burocrática de la Procuraduría General resultaba un contrasentido y una manera de disminuir su capacidad de acción en la prevención y persecución del narcotráfico, crimen de lesa humanidad y mal endémico en Centroamérica y el Caribe.

Complace sobremanera y habla muy bien de la vocación de consenso que caracteriza al presidente Medina, su decisión de rectificar yerros endosados en el proyecto original de Reforma a la Policía Nacional, aunque el Congreso debería identificar y erradicar otros errores no menos graves que aún se insertan en ese texto.

El Nacional

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