La población padeció momentos de gran incertidumbre durante los primeros meses de pandemia porque las farmacéuticas Pfizer y Astrazeneca no suministraron los lotes de vacunas contratados por el Gobierno, por lo que no era posible contener la expansión de la covid-19 mediante la inoculación preventiva.

Es historia contada que China Popular ofreció y cumplió el suministro de millones de dosis de la vacuna Sinovac, con la cual se inició un firme programa de vacunación que no se ha detenido porque finalmente las farmacéuticas, estadounidense e inglesa, comenzaron a cumplir con sus respectivos contratos.

Otros países de América Latina, Asia y África todavía confrontan dificultades para completar el programa de dos dosis de inoculación contra el coronavirus por falta de vacunas, tanto así que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido a las grandes economías posponer la aplicación de una dosis de refuerzo hasta que los países en vías de desarrollo completen al menos un 10% de inoculación en sus poblaciones.

Es por eso que se recibe como buena noticia que República Dominicana disponga de suficientes dosis de vacunas Pfizer, Astrazeneca y Sinovac para cubrir incluso una tercera dosis a toda su población.

Esta vez no debería censurarse los recursos invertidos en la adquisición de esos fármacos, porque esa inversión representa garantía de salud y de contención de una pandemia que ya ha causado más de cuatro mil muertos y grave afectación sobre la economía. Lo que se requiere ahora es vacunar a todos los ciudadanos mayores de 12 años.