Opinión

Ocho estrategias de manipulación

<P>Ocho estrategias de manipulación</P>

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Con el permiso de Giovanna Benedetti

5) La estrategia del llegó papá/llegó mamá. Está sucediendo. Literalmente. Se llega y se dice: hijos míos este país es un parvulario; y ustedes pobres mocosos desamparados, alejados de la mano de dios, han estado deseando la llegada de un padre o de una buena madre que los guíe y los reforme, que los premie y que los castigue como se merecen. Para eso hemos venido. Somos papá y mamá…  La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. ¿Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad .

6) La estrategia del paño de lágrimas. Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido critico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…

7) La estrategia de los caballeros (y las damas) nos prefieren brutos. He aquí el elogio de la mediocridad. De eso se trata. Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposible de alcanzar para las clases inferiores

8) La estrategia del aquí todos somos culpables. Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se auto desvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. ¡Y, sin acción, no hay revolución!

Nota: Este sumario es una suerte de “simplificación tropicalizada” de algunos de los principios que Noam Chomsky decodifica rigurosamente en “Armas silenciosas para guerras tranquilas” –un libro seminal.

El Nacional

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