Encomiable el gran valor que ha tenido el alto comisionado de la ONU, Volker Türk, de acusar a Estados Unidos de violar el derecho internacional con los ataques aéreos a embarcaciones en el Caribe y el Pacífico, supuestamente vinculadas al tráfico de drogas.
Mientras los gobiernos callan, evidentemente por temor a sufrir las consecuencias de las confrontaciones con el presidente Donald Trump, el representante de la ONU denuncia como ejecuciones las muertes de los tripulantes de las naves bombardeadas, independientemente de su vinculación con el narcotráfico.
Venezuela y Colombia, cuyos gobernantes han chocado con Trump, han condenado las operaciones. También lo ha hecho México. El vocero de la ONU dice que los ataques a las supuestas narcolanchas son inaceptables y que las muertes deben investigarse.

