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Otra vez la corrupción

Otra vez la corrupción

Ante el impacto de la crisis sanitaria en la salud y la economía se veía como prioridad clamar a la Virgen de La Altagracia para que ayude a la población a protegerse de la pandemia.

La propagación del virus impidió las tradicionales procesiones a la basílica de Higüey y se limitó a una misa oficiada por monseñor Jesús Castro, obispo de la parroquia, actividad a la que tradicionalmente acudían miles de personas dentro y fuera del templo.

No dejó de llamar la atención que la corrupción se mantiene como una de las principales preocupaciones de la Iglesia católica. En su homilía monseñor Castro solicitó respaldar la decisión de las autoridades de enfrentar la corrupción, que definió como una lacra que destruye a la República Dominicana y que se ha convertido en humillación “en afrenta cuando disminuye para numerosos ciudadanos los recursos y se difunden sin parar la pobreza extrema”.

Ese mensaje del religioso compromete más al Gobierno en su esfuerzo de evitar la comisión de actos dolosos como a no cesar en la persecución de los responsables de defraudaciones al erario.

Con un coronavirus cuyo pico se mantiene todavía alto y que genera tanta incertidumbre que sectores tan influyentes como la Iglesia católica prioricen la lucha contra la corrupción aumenta el desafío para las autoridades.

El Nacional

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