El Colegio Médico Dominicano (CMD) ha propuesto habilitar la Ciudad Sanitaria, que el presidente Danilo Medina se propone inaugurar antes del 16 de agosto, para alojar a los afectados por la pandemia del coronavirus. Pero la reacción del director del consejo de administración del complejo, Julio M. Rodríguez Grullón, traduce diferencias operativas que convierten desde ya al centro en foco de conflicto. Como si se tratara de una instancia privada o regida por un patronato designado al efecto, Rodríguez Grullón advirtió que sería ilegal cualquier decisión oficial que se adopte con respecto a las instalaciones del complejo hospitalario. El Gobierno -da a entender- no puede siquiera disponer de las instalaciones ante la emergencia del coronavirus sin la anuencia de su consejo de dirección. Como si no hubiera ya bastantes problemas y con la propagación de la pandemia no fuera suficiente se plantea el conflicto en un momento dramático. Rodríguez Grullón advirtió que las instalaciones del complejo hospitalario no pueden ser abiertas sin el aval del organismo, además de que se tiene que reintegrar al personal del demolido centro Luis E. Aybar. El Ministerio de Salud Pública ni el Servicio Nacional de Salud se han pronunciado sobre la advertencia de Rodríguez Grullón. No se prevén las consecuencias del pulso, pero parece que el conflicto tendrán que resolverlo las nuevas autoridades. Y si algo cabe esperar es que haya negociaciones en las que la sensatez se imponga.