Si el caso Odebrecht constituyó una prueba para la Procuraduría General de la República, el proceso sobre el asesinato del abogado y profesor universitario Yuniol Ramírez va por el mismo camino. Insatisfechos por una investigación que desde el primer momento pareció viciada y por la elaboración de un expediente que deja mucho que desear, los familiares de Ramírez anunciaron que desistirán de la acusación contra los imputados y su retiro del proceso.
El cadáver de Ramírez fue encontrado el 12 de octubre de 2017 en un río de Manoguayabo atado con una cuerda y un block encima. El crimen fue relacionado con las denuncias de corrupción en la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (Omsa).
Sin embargo los familiares señalan que la investigación y el expediente fueron politizados para beneficiar al entonces director de la Omsa, Manuel Rivas, así como a Faustino Rosario y Eddy Santana Zorilla, quienes solo fueron sometidos por corrupción y no por el crimen. Por el suceso solo se imputó a Argenis Contreras, Heidy Peña, José Mercado Blanco, Víctor Ravelo Campos, Jorge Abreu y Lilian Suárez Jáquez.
El caso fue uno de los que se desapoderó a la fiscal del Distrito Nacional, Rosalba Ramos, por evidente desconfianza. La procuradora Miriam Germán, que anticipó el fracaso del caso Odebrecht, tendrá que emplearse a fondo para evitar que la impunidad se imponga sobre el asesinato del abogado y profesor universitario.