La suspensión por segunda ocasión del juicio contra los imputados por los sobornos de Odebrecht por la inasistencia de un ejecutivo de la firma citado como testigo es, a todas luces, otro revés en el caso para el Ministerio Público. Mauricio Dantas Bezerra, quien estaría en Brasil, es el principal testigo con que cuenta la Procuraduría General de la República para sustentar los cargos contra los acusados.

En la primera ausencia del brasileño las juezas del Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional dictaron orden de captura internacional, pero luego revocaron el mandato para citar de nuevo al testigo. La audiencia fue aplazada ahora para el día 21, pero si no se consigue que Dantas Bezerra esté presente el caso derivaría por una pendiente inquietante. La ausencia del ejecutivo de Odebrecht aumenta la inquietud de una eventual caída de un juicio que para muchos sectores no ha marchado a pasos firmes. S

on muy pocos los que creen que los seis imputados son los únicos que se beneficiarían de los 92 millones de dólares que la empresa admitió que pagó en sobornos para adjudicarse obras.

El caso ha estado plagado de incidentes, entre los cuales todavía resuena la denuncia del empresario Ángel Rondón en el sentido de que el principal ejecutivo de la firma aquí, Marco Vasconcelos Cruz, fue sacado precipitadamente por las pasadas autoridades para evitar que declarara los sobornos, porque de hacerlo se caería el Gobierno. Todo indica que el Ministerio Público no las tiene todas consigo.