El panorama que se ha descrito sobre las perspectivas de la industria turística es para que las autoridades dominicanas no se hagan mayores ilusiones sobre una rápida recuperación del importante sector de la economía. Tal vez estimulado por las inversiones y los elogios al manejo de la crisis derivada del coronavirus el Gobierno ha apostado al repunte de una industria que para los expertos transita un panorama sombrío. Los pronósticos son que dependiendo de la evolución de la pandemia y las subsiguientes crisis, la recuperación del sector podría llegar en 2022, o demorarse hasta 2024. No es que la gente no quiera viajar, sino que la crisis económica y las restricciones en torno a la pandemia se han erigido en grandes obstáculos para vacacionar en el extranjero. A pesar del sombrío panorama las vacunas son un halo de esperanza que dan cierto optimismo. Es sabido que el efecto no será igual para todos los países y que los que estén en mejores condiciones pueden sortear mejor la debacle mundial. Bajo la actual gestión el turismo ha tenido una atención especial como uno de los principales soportes de la creación de empleos y generación de divisas. El ministro de Turismo, David Collado, y el gabinete para el sector creado por el presidente Luis Abinader han diseñado una estrategia que trasciende lo sanitario para fomentar la inversión y captar visitantes extranjeros. Pero con el incierto panorama descrito por los expertos son prudentes las reservas sobre la apuesta a la recuperación del sector.
