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Parteras

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Chiqui Vicioso

(y III)

Todos los y las bebés son hermosos. Su fragilidad hace que aun la persona mas bestial se conmueva, a menos que se trate de un, o una, enfermo mental, de esos que como el motorista de la Harley (¿recuerdan?) violan a las criaturas hasta matarlas.

Todos los y las bebés son preciosos, por eso al nacer hay que esmerarse en que su arribo al mundo no sea traumático, y después de colocarlos en el pecho de la madre hay que seguir los siguientes pasos:
-Se coloca una toalla suave sobre la espaldita del bebé. Se le masajea suavemente. Ojo: 40 por ciento de los/as bebés tiene el cordón umbilical alrededor de cuello.

No asustarse. -No bañarlos durante 40 horas. Por lo menos 24 horas. -Solo lactancia materna por seis meses. Idealmente por un año y medio.
Insistimos en la lactancia materna porque esa leche tiene no solo todo los nutrientes necesarios sino porque también tiene los anticuerpos que protegen a la criatura de las enfermedades.

Es una práctica de las compañías de leche en polvo ir a los hospitales a repartir su leche a las parturientas. No es recomendable, primero porque desincentiva la lactancia materna, que es la única que puede aportar una madre muy pobre y, después porque generalmente no hay condiciones para preparar esa leche. Si no se hierve el agua se contamina y provoca disentería, diarrea y fiebres; además, las madres muy pobres tienden a aguar la formula en la medida en que se va acabando y la criatura de desnutre.

Cuando veo a esas compañías de leche en polvo auspiciando encuentros de los y las pediatras me horrorizo y, pienso en una película que vi sobre el Africa y como en los cementerios de la infancia la gente coloca sobre las cruces de las tumbas latas de leche en polvo.

Muchos argumentan que amamantar acaba de matar a una madre desnutrida, razón por la cual las organizaciones cristianas de base están recolectando sardinas (un alimento fundamental); huevos, arroz y frijoles, aceite, víveres y frutas, con los productores de mangos, guineos, aguacates, plátanos, para armar cajas que puedan solventar, sabemos que temporalmente, el hambre.

Estas comunidades religiosas parten, ya lo dijimos, del mandato fundamental a todo y toda cristiano de amar al prójimo, y prójima, como a si mismo, pero también de la advertencia divina sobre el maltrato a la infancia: !Ay de aquellos que le hagan mal a uno de mis pequeños. Mas le valdría ponerse un ladrillo en el cuello y tirarse al mar”.

El problema es que las fábricas de ladrillos están reportando una gran escasez y, en el Masacre cadáveres flotan.