Los enfrentamientos y acusaciones mutuas de los últimos días entre partidos políticos sobre estar involucrados en el narcotráfico, es una muestra de la degradación de la actividad política en República Dominicana, afirmó esta mañana el director ejecutivo de Participación Ciudadana, Carlos Pimentel.
Al mismo tiempo reconoció que el riesgo de que el narcotráfico penetre en la actividad política en la República Dominicana es muy alto, pero que esto solo es posible por la desidia, el desinterés y la complicidad de las autoridades.
Sostuvo que las denuncias “alegres” sobre el narcotráfico que se hacen en la República se convierten en acciones politiqueras, debido a que no existe interés del Ministerio Público en investigarlas.
“Sin lugar a dudas, los riesgos de la penetración del crimen y del narcotráfico en la actividad política en la República Dominicana son muy altos y eso solo es posible por la desidia, el desinterés, la falta de control y la complicidad de las autoridades que están llamadas a prevenir, a perseguir y a sancionar los crímenes vinculados con organizaciones internacionales como es el lavado de activos, como es el narcotráfico”, afirmó.
Añadió Pimentel que “lamentablemente denuncias alegres donde no existe un Ministerio Público con interés para investigar casos relacionados con el crimen organizado, se convierten en acciones vinculadas a la poltiquería y se convierten en acciones que muestran la degradación del enfrentamiento político en la República Dominicana”.
En los últimos días los partidos de la Liberación Dominicana (PLD) y Revolucionario Moderno (PRM) se han enfrascado en acusaciones mutuas de supuestamente estar penetrados por personas ligadas al narcotráfico internacional.
Los peledeístas exigen a la dirección del PRM explicar sus vínculos con Yamil Abreu Navarro, apresado el pasado día 9 del mes en curso y pedido en extradición por Estados Unidos por alegadamente dirigir una red de narcotráfico internacional.
Mientras que el PRM le ha pedido al PLD explicar quien protegió al narcotraficante César Emilio Peralta (el Abusador), quien operó libremente por más de diez años en República Dominicana.
