
Adoptivo y meritísimo de la ciudad de Santo Domingo, Pedro Mir dejó huellas y realizó aportes a la bibliografía dominicana que le merecieron importantes galardones.
Con la encumbrada pasión por las letras y literatura, Pedro Julio Mir Valentín, de San Pedro de Macorís, escritor, abogado, poeta, novelista y un ponderado ensayista, presenta a nuestro terruño: Hay un país en el mundo (1949), considerado como uno de los poemas más emblemáticos de la dominicanidad.
Con su gran fuerza lírica, el sensible hombre-pueblo, le echa una mirada al paisaje dominicano en su historia emblemática.
Juan Emilio Bosch Gaviño lo estimuló para escribir sus primeros poemas de estilo social. Al recibir sus primeros escritos el profesor dijo: ¿Será este muchacho el esperado poeta social dominicano? De esta manera, inició la divulgación de un poemario en los periódicos y revistas nacionales.
Durante el régimen de Rafael Leónidas Trujillo Molina, como sus poesías eran de carácter social, fueron percibidas como una oposición a las acciones de sátrapa, por lo que al recibir constantes amenazas se vio obligado a optar por el exilio y viajar a Cuba.
En este contexto de adoptivo y meritísimo de la ciudad de Santo Domingo, Mir Valentín, dejó huellas y realizó aportes a la bibliografía republicana.
Se entiende que los escritos de este petromacorisano y prominente literato deben difundirse en las escuelas, universidades y demás instituciones culturales y artísticas de nuestra nación.
Hay un país en el mundo, colocado en el mismo trayecto del sol, oriundo de la noche.
Este ilustre pensador, manejador de las ideas y poeta nacional fue merecedor de importantes galardones, como el Premio Anual de Historia, que lo obtuvo por su ensayo Las raíces dominicanas de la doctrina Monroe (1974); Premio Anual de Poesía, por su poema El huracán Neruda (1993).
El entonces presidente Joaquín Antonio Balaguer Ricardo (1993), le concedió la condecoración de la Orden del Mérito de Duarte, Sánchez y Mella en el grado de Gran Oficial, con el decreto 152-93, por ser considerado una gloria de la literatura dominicana.
Pedro Mir (Pedro Julio Mir Valentín, Julio 3, 1913- julio 11, 2000); un poeta para el mundo, natal en el ingenio azucarero Cristóbal Colón, San Pedro de Macorís.
En honor al poeta nacional la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), primada de América, fundada el 28 de octubre del 1538; consagra la Biblioteca Pedro Mir y una de las estaciones de la segunda línea Metro de Santo Domingo con su nombre.
Su legado es vivo paradigma de su conducta ciudadana incólume. Escritor dominicano perteneciente a la generación de los Independientes del 40, Premio Nacional de Literatura, e igual poema representativo, contra canto a Walter Whitman (1952), con su género lírico, el autor pudo lograr emociones o sensaciones inspiracionales en un habitual contorno socio-cultural.
Carta a Pedro, nos describe claramente la corrupción dentro de la sociedad y diferencia entre el pasado y presente.
Mir Valentín recibió un doctorado honoris del Hunter College, universidad de New York, Estados Unidos de América.
En 1937 el periódico Listín Diario colocó sus pinitos poemas y en la UASD se graduó de doctor en derecho (1941). A ciento once (111) su cátedra vivencial está vigente.
Es importante destacar que antes de que el Congreso Nacional de República Dominicana lo declara como poeta nacional en 1984, ya se le consideraba así desde aquellos tiempos que le siguieron al ajusticiamiento del tirano Trujillo Molina (1961) y don Pedro Julio se convirtiera en el primer poeta de masas en la historia dominicana.
El magisterio fue una vía que ejerció en su pueblo de San Pedro de Macorís.
En este palmario historiográfico de Mir Valentín es preciso detallar que en 1959 regresó a Cuba tras el triunfo de la Revolución y allí contrajo matrimonio con Carmen Merejo García, con quien procreó a sus hijos: Celeste, Geraldine y Carlos Pedro José.
Recuerdo con mucha precisión que mi querido padre Guarionex Moquete Díaz me habla de las cualidades intelectuales, alta relación humana y sociabilidad de él: Pedro Julio Mir Valentín. Papá (odfelo) era Paz Noble Padre de la Respetable Logia Industria 3551de San Pedro de Macorís y natal de esa provincia del este dominicano.
El odfelismo es la práctica y filosofía de la sociedad fraternal conocida como los OddFellows.
Esta organización, una de las más antiguas del mundo, se dedica a promover valores como la amistad, el amor fraternal y la verdad entre sus miembros.
Buscan inculcar principios morales y espirituales, fomentando la caridad y la tolerancia hacia todos. Y se centra en el desarrollo personal y en el servicio desinteresado a la humanidad.
Tres hechos que caracterizaron el drama de su obra poética: el régimen de Trujillo Molina (1930-1961), la muerte de las hermanas Mirabal (en 1960), y la intervención militar norteamericana del 1965.
Esos eventos en Dominicana son aspectos sociales, de matices políticos e influyeron poderosamente en la escritura apasionante del gran Pedro Mir. Igualmente, nos presentó Amen de mariposas (1969) y Poemas (1999).
Por: Maguá Moquete Paredes
Maguamoqueteparedes@gmail.com
El autor es periodista y politólogo.