Editorial

Pejes gordos

Pejes gordos

El Ministerio Público y la Armada Dominicana deberían poner atención a la denuncia del obispo de la Diócesis de La Altagracia, Jesús Castro Marte, de que posiblemente existe complicidad entre autoridades y organizadores de viajes en yolas a Puerto Rico, una de las cuales zozobró con 30 indocumentados a bordo, de los cuales al menos ocho murieron ahogados.

Monseñor Castro Marte dijo que la única manera de que se permiten esas travesías ilegales es porque las autoridades “apoyan eso o hay una estructura organizativa para eso”, además de preguntarse “¿quién no puede ver embarcaciones que llevan 60 o 70 personas”?.

La yola que naufragó partió el sábado desde Nisibón, formaba parte de lo que el prelado definió como “un desfile” de embarcaciones que han salido durante estos días desde las costas de La Altagracia, por lo que reclamó a la Armada Dominicana incrementar vigilancia naval en la zona.

Durante las últimas semanas autoridades de Puerto Rico reportan apresamientos de dominicanos que arriban a costas boricuas en yolas y en otros casos decomisan en esas embarcaciones cargamentos de drogas, por lo que puede decirse que la preocupación externada por Castro Marte debería recibir la mayor atención.

La de viajes ilegales en yola hacia Borinquen es una industria muy antigua que cuenta con ramificaciones extendidas por todo el territorio nacional, tanto así que los infelices que mueren en esas travesías enlutan a familias asentadas en lugares muy distantes de las costas de Higüey desde donde zarpan esas riesgosas aventuras.

Entre las decenas de personas que de tiempo en tiempo son apresadas al momento de abordar una de esas embarcaciones o en alta mar, pocas veces se identifican a los «capitanes» o quienes operan como agencias de viaje que llegan a recolectar cientos de miles de pesos en cada travesía.

A Fiscalía y a la Marina les corresponde atrapar los pejes gordos de tan lucrativo negocio que se alimenta de las falsas ilusiones o expectativas que atravesar el Canal de la Mona y arribar a Puerto Rico de manera ilegal significa la solución a todos los problemas económicos.

Ojalá que Ministerio Público y Armada Dominicana investiguen a profundidad todo lo relacionado con el resurgimiento de los viajes ilegales para determinar si entre autoridades de tierra y mar hay “quienes no tienen ojos para ver o se hacen los ignorantes”, como ha señalado el obispo de Higüey.

El Nacional

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