La discreción al igual que la prudencia son virtudes vitales, pero es tiempo de manifestar que en el sector deporte, han surgido algunos ‘’ supuestos’’ dirigentes, que más bien, buscan desesperadamente presencia pública, sin importarle irrespetar el juego limpio. Mi amigo Diego Pesqueira debe cuidarse de esos falsos dirigentes.
Fui consultado cuando se buscó en consenso para que Diego Pesqueira fuera presidente de la Abadina y con mucho gusto di mi visto bueno al hoy presidente de la Abadina y vocero de la Policía Nacional.
No me arrepiento, pienso que Diego ha realizado un excelente trabajo en esa entidad. Ha sido un trabajador incansable.
Dentro de sus múltiples ocupaciones, ha sabido sacar tiempo para los niños, jóvenes y adolescentes que practican la disciplina del baloncesto.
Los torneos superiores han sido exitosos, pero tengo la información de que algunos miembros del ejecutivo de la Abadina, que a la vez tienen franquicia del superior, se sirven con la cuchara grande cuando visitan a los empresarios.
Tengo experiencia sobrada, por haber sido tres veces presidente de esa entidad y puedo asegurar que se requiere un buen tacto para distinguir con claridad la verdad dentro de un fango de mentiras que arropa siempre los torneos superiores por los intereses que envuelve .
¿Y por que inicio este trabajo, asegurando que el amigo Pesqueira está a punto de cometer un grave error? Pues, recibí la información de que la Asociación de Baloncesto y su presidente Diego Pesqueira, intentan quitar la franquicia de baloncesto al Club Los Prados.
Quienes motivan a Pesqueira a realizar tal desatino, olvidan que el Club Los Prados es una institución con 56 años de fundación, con mucha incidencia política, social y deportiva en el país. Posee esa franquicia de baloncesto desde hace 34 años.
Ha ganado dos campeonatos y lo más importante es que nunca ha violado los códigos de ética de la Abadina. Recientemente, el amigo Jorge Ramírez, ha pasado a ocupar la presidencia de la emblemática entidad, que dirigió eficientemente mi amigo, Juan Coronado.
Estoy convencido de que, si Diego Pesqueira asume este despropósito, la guerra legal será muy dura y afectará desfavorablemente su buena imagen.
La Abadina tiene compromiso de Franquicia con el Club Renacer y Villa Francisca, de acuerdo a una asamblea que acordó el ascenso y descenso de los equipos superiores, Algunos criterios deben ser revisados para facilitar la entrada de esos clubes amigos.
Diego Pesqueira deberá cuidarse de los Tartufos que siempre aparecen en la Abadina, pues al final, ellos desaparecerán y él tendrá que pagar las consecuencias de ese error indisculpable.