En una carta dirigida a la representante Comercial de EE.UU., Katherine Tai, y a la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, los congresistas destacaron que “la República Dominicana es un exportador crucial de acero y aluminio a Puerto Rico”, ya que la economía local de la isla no produce acero.
San Juan, Puerto Rico.- Los congresistas Adriano Espaillat y Jenniffer González pidieron este jueves al Departamento de Comercio de Estado Unidos que la República Dominicana quede exenta de los aranceles al acero y aluminio de la Sección 232, con el fin de facilitar la reconstrucción de Puerto Rico.
“Eximir a la República Dominicana de los aranceles al acero y al aluminio en virtud de la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial apoyará los esfuerzos de recuperación tras el paso del huracán y al mismo tiempo reforzará nuestras relaciones con un socio importante en el Caribe”, afirmaron los miembros del Congreso.
En una carta dirigida a la representante Comercial de EE.UU., Katherine Tai, y a la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, los congresistas destacaron que “la República Dominicana es un exportador crucial de acero y aluminio a Puerto Rico”, ya que la economía local de la isla no produce acero.
Por ello, consideraron que la exención “ayudaría directamente a los esfuerzos de recuperación de Puerto Rico al proporcionar a la isla los productos básicos necesarios para reconstruir su infraestructura crítica».
La misiva recordó que EE.UU. ya ha eximido a varios países de los aranceles del acero y aluminio de la Sección 232, incluidos Brasil, Corea del Sur, Argentina, Australia, Canadá, México, la Unión Europea, Japón y el Reino Unido.
“Es fundamental que esta administración tome medidas adicionales para avanzar en los esfuerzos de recuperación de Puerto Rico de estos devastadores huracanes”, concluyeron Espaillat y González, quien es la comisionada residente en Washington de la isla.
Las obras de reconstrucción de la infraestructura de Puerto Rico siguen en marcha y para estos proyectos se han asignado millonarios fondos federales.
La infraestructura quedó devastada por el huracán María de 2017 y volvió a sufrir daños tras el paso en septiembre pasado del huracán Fiona.