El presidente de la comisión senatorial que evalúa a los aspirantes a dirigir la JCE, Julio Fulcar, advirtió que el proceso no será como una piñata de los partidos políticos.
Y la verdad es que esa praxis del pasado no tiene por qué replicarse en estos tiempos, sobre todo después de la encomiable organización de las últimas elecciones.
La comisión tiene de todos modos que abocarse a una exhaustiva depuración de los aspirantes, ponderando el perfil cívico y las condiciones de los candidatos más que sus simpatías políticas. Es sabido que candidatos químicamente puros no se van a encontrar ni en los laboratorios.
Puedes leer: Tráfico haitianos
Lo que tiene que desterrarse es la selección de miembros en representación de partidos políticos, como si no bastara con los delegados de las organizaciones ante la JCE.
Si bien no ha trascendido si desean permanecer en sus cargos hay que reconocerles al presidente Román Jáquez y a los actuales miembros de la JCE el trabajo que realizaron para garantizar la pulcritud de las elecciones de este año.
Esa labor se erige como referente en la evaluación de la comisión especial del Senado de los aspirantes para integrar la JCE.