Ramón Rodríguez
Quienes han logrado convertirse en figuras históricas, han tenido momentos estelares, ya sea en el pináculo de la gloria o en la irremediable desgracia de la derrota. Aquellos que han abrazado la posteridad con rangos de héroes, siempre han obrado con sentido de la historia.
Por eso pienso que todas las aguas de los océanos, como diría Shakespeare, no serán suficientes para limpiar la ”sangre” del crimen que cometerían Danilo Medina y Leonel Fernández, al dividir al PLD: obra maestra de Juan Bosch. Pobre Danilo, pobre Leonel, pobre Leonel, pobre Danilo.
Siendo ambos discípulos de Juan Don, han olvidado que quienes pierden el sentido de la historia terminan siendo olvidados por sus pueblos.
Rafael Marcial Silva, Viriato Fiallo, Donald Read Cabral, Juan Isidro Jiménez y Elias Wessin y Wessin, en un momento dado le sirvieron a la patria, pero perdieron el sentido de la historia al conspirar contra el gobierno de Juan Bosch. Mientras tanto, la figura de Francisco Alberto Caamaño y Rafael Fernández Domínguez, se yerguen como héroes con dimensión infinita.
El pueblo dominicano está presenciando el triste espectáculo de una lucha a muerte de dos connotadas figuras que se formaron bajo los principios boschistas. Es admisible la lucha por el poder, pero permitir tal grado de irrespeto y perversidad hacia ellos mismos, es ofender en lo más profundo la memoria de un hombre como Juan Bosch y eso es un segundo golpe de estado
Juan Bosch tuvo un gran sentido de la historia al fundar el PLD. Franklin Delano Roosevelt estuvo a la altura de los acontecimientos en los días aciagos de su nación. A Winston Churchill nunca se le ocurrió aspirar a ser rey, a pesar de su popularidad.
Charles de Gaulle dimitió cuando perdió el plebiscito en el 1969. Adolfo Suárez vivirá en los corazones de los españoles por su gran sentido de la historia en los acuerdos en los pactos de la Moncloa.
Nelson Mandela fue humillado durante casi 30 años y al salir no buscó venganza, sino el desarrollo de su pueblo. Eso es sentido de la historia.
Leonel y Danilo están llamados a obrar con sentido de la historia. Oliverio Cromwell tuvo todo el poder del mundo, pero al amar más a sus seguidores que a los libros, le faltó el sentido de la historia.
