Opinión

Preguntas sin respuestas

Preguntas sin respuestas

Pregunto, ¿cómo es posible que una sola persona dirigiera una estructura de drogas desde la República Dominicana con ramificaciones internacionales durante 20 años sin que fuera descubierta a pesar de todas las evidencias?
Se habla de las principales discotecas, el financiamiento de muchos artistas urbanos, la propiedad de plazas comerciales, restaurantes, muchos edificios altos y lujosos en los más importantes centros comerciales y residenciales del país. Se habla de crímenes, secuestro, torturas, paliza, robo de autos, ejércitos paralelos, aviones, helicópteros.
¿Cómo se puede construir un emporio tan complejo y poderoso durante más de 20 años en las narices de la Dirección Nacional de Control de Drogas, de la Policía Nacional, de la Dirección Nacional de Investigaciones, de los organismos de seguridad de Fuerzas Armadas y de la Policía? ¿Dónde estaban esas autoridades cuando César Emilio Peralta construía su imperio?
Indignado, el embajador dominicano en Washington, capital de EE. UU., José Tomás Pérez escribió en su cuenta de twitter: “detenido con drogas varias ocasiones, y libre; acusado de herir a varias personas, y libre; decenas de negocios ilícitos, y libre; jefe de todos los narcotraficantes, y libre. Pero, ¡diablos! ¡Denme una explicación creíble de este desatino!”
El sainete del atentado contra el expelotero de Grandes Ligas, David Ortiz, presentado por el procurador general de la República y el jefe de la Policía, no lo creyó nadie, de la misma manera que nadie cree que un coronel fue el único culpable de los sobornos por la compra de los aviones Super Tucano; de la misma manera que nadie cree que se esté investigando y haciendo justicia en el caso de los sobornos de Odebrecht, primero de 92 millones de dólares y ahora de otros sobornos por más de 39.5 millones dólares.
La desconfianza ciudadana con respecto a la justicia está más que justificada. Tan desacredita está que Estados Unidos decide, ente el escándalo gigantesco que se produce con el atentado contra David Ortiz y los mil y picos de kilos de cocaína atrapados en Puerto Rico, entrar en acción, realizado su propia investigación a través de la DEA y el FBI. Sin la participación de EE. UU,, el cártel de César Emilio Peralta (“César el Abusador”) estaría funcionando con toda normalidad en el país.
Me inquieta saber quién y por qué le pusieron al dueño del cártel, el emperador nombre de “César el Abusador”. ¿Qué hacia ese señor para merecer tan elocuente apodo? ¿Por qué no “Cesar, el encantador”?
Los jefes de las drogas se mezclan, se infiltran entre las autoridades civiles y militares haciendo relaciones con ministros, militares, diplomáticos, periodistas, abogados, hermosas mujeres, cineastas, dueños de bares y discotecas.

El Nacional

La Voz de Todos