
El periodismo experimenta profunda trasformación con el aparición de la inteligencia artificial, el internet de las cosas y la computación en las nubes que literal expanden la comunicación por todo el universo, con instrumentales capaces incluso de suplantar roles asignados a periodistas y trabajadores de la prensa.
No por discreta deja de tener trascendencia la conmemoración ayer del Día del Periodista por tratarse de una efeméride que redobla su compromiso de defender y promover los derechos constitucionales a la libertad de prensa y a la libre expresión y difusión del pensamiento, en cualquier estado de causa.
El ejercicio del periodismo se erige como un oficio peligroso o arriesgado en países subyugados por tiranías, donde impere intolerancia y represión, y aun en sociedades que se precian de democráticas, en las cuales, de múltiples maneras el poder y el crimen hostigan a la prensa y a los periodistas.
Para arribar al estadio actual de ejercicio de la libertad de prensa y expresión del pensamiento, la sociedad dominicana tuvo que deambular durante más de 30 años por el desierto de una tiranía sin ejemplo y decenios más para alcanzar, aun con precariedades la tierra prometida del libre albedrio.
Hablar o escribir hoy a través de los medios de comunicación, sin mayores restricciones que las que señala la ley, ha sido una conquista alcanzada con inimaginables sacrificios y el derramamiento de sangre de miles de buenos dominicanos.
Es por eso que en República Dominicana, el Día del Periodista se festeja con denodado orgullo porque esta profesión se conecta medularmente con el ejercicio de la democracia política a la que sirve de escudero ante cualquier adversidad.
El periodismo experimenta profunda trasformación con el aparición de la inteligencia artificial, el internet de las cosas y la computación en las nubes que literal expanden la comunicación por todo el universo, con instrumentales capaces incluso de suplantar roles asignados a periodistas y trabajadores de la prensa.
La prensa escrita, radial y televisada se desempeña en una especie de meta verso en constante evolución donde la realidad física y digital se entrelaza para desdibujar contenidos, ante lo cual, para enarbolar la verdad y objetividad, los periodistas requieren accionar armas tan efectivas como la ética, moral y valor profesional.
Periodistas y comunicadores no deberían olvidar que su misión en esta época de la Cuarta Revolución Industrial, y ante la creciente incertidumbre global, su misión siempre será la de defender a cualquier precio, la democracia y las libertades públicas, con énfasis el derecho a la libertad de prensa y a la libre expresión del pensamiento.