La cifra de más de 50 mil denuncias por violencia de género, intrafamiliar y delitos sexuales durante el primer semestre de este ano, constituye ominosa señal del deterioro que padece la institución familiar y el nivel de desprotección de de los menores ante la agresión sexual.
La doctora Roxanna Reyes, procuradora de la Mujer, revelo que durante el periodo enero junio, su departamento recibió 649 denuncia por agresión sexual; 515 por sustracción de menores; 470 por violación sexual; 336 por incesto y 217 por acoso sexual, a lo que se suma más de siete mil querellas por violencia física y ms de 30 mil ordenes de protección a favor de mujeres en peligro de ser agredidas.
La magistrada Reyes cita al miedo, presión, vergüenza o desconocimiento, como los principales factores que inciden para que la mayoría de las víctimas no denuncien ante las autoridades los tipos de violencia intrafamiliar o agresión sexual que padecen.
Ante un cuadro tan desolador, en el que no se incluye el número de mujeres asesinadas por hombres despechados o violadores sexuales, las autoridades deberían aplicar un vasto programa de orientación a los fines de empoderar a las mujeres de sus derechos inalienable a la vida y a no sufrir ningún tipo de agresión, así como al de proteger a sus hijos frente a depredadores sexuales. Claro que Ministerio Publico y justicia están en obligación se castigar con toda drasticidad la comisión de esos tipos de crímenes.