Conflicto urge
Pacto eléctrico
Además de la regalía pascual, el bono extra para los empleados de la Junta central Electoral (JCE) anunciado por su presidente, Roberto Rosario, no ha tardado en convertirse en un alboroto. No solo por las dificultades que enarboló la JCE por la falta de recursos, sino, como advirtió el movimiento Participación Ciudadana, porque la decisión violaría el artículo 140 de la Constitución, según el cual “ninguna institución pública o entidad autónoma que maneje fondos públicos establecerá normas o disposiciones tendentes a incrementar la remuneración o beneficios a sus incumbentes o directivos, sino para un período posterior al que fueron electos o designados”.
Y la verdad es que después de las carencias cacareadas por el tribunal porque sus recursos eran insuficientes, lo menos que podía esperarse es que los fondos se destinarían para gracias burocráticas. Si el bono fue aprobado por el pleno y no decisión unilateral del presidente de la JCE de todas formas se trata de una medida cuestionable, que no concuerda con la crisis financiera que se había planteado.