Conjeturas
Por más previsto que estuviera, no deja de prestarse a lógicas conjeturas que la Cámara de Diputados decidiera a unanimidad enviar a comisión el controversial proyecto de ley de partidos políticos.
El nudo gordiano lo representa por ahora el carácter de las convenciones de los partidos, si deben ser abiertas o cerradas.
Extraña que los legisladores de todas las organizaciones acordaran enviar la pieza a comisión cuando saben que el tiempo conspira contra su aplicación en las elecciones de 2020 en caso de aprobarse con más demora de la cuenta.
Cierto es que con el envío a comisión se abre la posibilidad de negociar un consenso, que en primera intención puede ser lo que se persiga. Pero tampoco se puede descartar que se trate de una maniobra de algún sector para evitar que las convenciones de los partidos y otras actividades se regulen a través de una ley.
El Nacional
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