Sombrío
El suceso durante el cual un miembro de una patrulla de la Policía mató a un cabo en Arroyo Hondo bien pudo ser un accidente. Pero aún así el director del cuerpo, Ney Aldrin Bautista, sabe que el suceso representa otra mancha para la imagen de la institución. Con varios casos que involucran a agentes de la Policía todavía sin aclarar, la muerte del cabo Manuel Merán Maldonado, de 26 años, no puede quedar impune.
La versión de que el cabo sufrió el disparo que le segó la vida durante un forcejeo con los integrantes de la patrulla que lo detuvo puede ser cierta, pero tiene que demostrarse.
Merán Maldonado había sido detenido por agentes antirruidos que lo persiguieron, tras desobedecer una orden de paro, por transitar en un vehículo con música a alto volumen. La suspensión de los miembros de la patrulla no remueve la mancha a la imagen policial.
