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Principio de realidad

Principio de realidad

Luis Pérez Casanova

El principio de realidad no se toma en cuenta cuando se cuestiona o siquiera se expresan reservas sobre la censura del Gobierno dominicano a la invasión de Rusia a Ucrania. Los mejores intencionados aducen que antes de fijar posición se debió pensar en los turistas de la patria de Vladimir Putin que vacacionan en el país; otros alegan que se tenía que optar por la neutralidad.

Cierto que el turismo ruso se ha incrementado y que su ausencia afectará al sector hotelero. No es ni por asomo el mejor, pero no se puede negar que es importante. Pero un detalle que ha de recalcarse es que los rusos que vacacionan aquí no son enviados por el Gobierno de Putin para que disfruten unos días en un resort.

Son los visitantes quienes se costean sus viajes, que lo más probable es que vuelvan a hacerlo después de terminar la guerra.

Al condenar la invasión militar el Gobierno defiende con mucha calidad moral la soberanía y el principio de autodeterminación de las naciones.

Lo hace sabiendo lo que significa la presencia de tropas extranjeras en un territorio, habida cuenta de que este país fue intervenido en dos ocasiones por Estados Unidos. Y más todavía que a causa de su última intervención, el 28 de abril de 165, se tronchó la recuperación del camino de la democracia y la institucionalidad que había sido interrumpido con el golpe de Estado de 1963 contra el Gobierno del profesor Juan Bosch.

Paradoja del destino, hoy es Estados Unidos el que denuncia como una violación a la Carta de la ONU la agresión militar de Rusia a la nación vecina.

Otro factor que debe ponderarse es que Estados Unidos es nuestro principal socio comercial, además de liderar el desarrollo tecnológico. A menos que queramos soñar o engañarnos, pero la verdad es que República Dominicana tampoco está en capacidad por ninguna razón de declararse neutral frente a una agresión con la que solo se persigue demostraciones de poder.

Al alinearse con Washington y las naciones democráticas, que encabezan el proceso de producción de tecnología y sus habitantes disfrutan de más bienestar y mejores condiciones de vida, el Gobierno de Luis Abinader hizo lo que mandan las circunstancias.

Sin menosprecio, pero vale señalar que salvo el turismo son contados los productos rusos que pueden adquirirse en el mercado interno. Y hasta las exportaciones de República Dominicana a a esa nación. No así cuando se habla de Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia, Inglaterra o España.

De manera que si algo no le lucía a este país era permanecer neutral frente a una violación de la dignidad de una nación a nombre de una supuesta seguridad territorial, que en verdad no ha sido más que un pretexto para ocultar ambiciones imperiales..