Con una campaña electoral que ha concitado tantas tensiones tendría mucha validez un pacto entre los candidatos presidenciales para respetar los resultados de los comicios de este domingo.
Ningún candidato puede ni debe proclamarse ganador de antemano hasta que se cuenten los votos y la Junta Central Electoral (JCE) anuncie los resultados.
Si la JCE garantiza votaciones con todas las de la ley el recelo sobre posibles marrullas para alterar la voluntad de los electores tiene que eliminarse. Cada partido estará vigilante del desarrollo del proceso y se supone que la JCE y los observadores nacionales e internacionales no estarán de brazos cruzados.
La oferta de un pacto entre los principales actores del proceso merece ponderarse, toda vez que se trata de un compromiso con la estabilidad y la democracia. Un acuerdo de ese tipo podría convertirse en el mejor cierre de una campaña tensa.
El Nacional
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