MOSCU. (BBC Londres). La clara mayoría de alrededor del 60%, que predijeron desde temprano las encuestas de salida, probablemente no fue una sorpresa para muchos rusos.
Quienes apoyan al nuevo presidente dirían que su elección refuerza la visión de que su experiencia y su estilo de hombre fuerte lo convierten en el candidato ideal para presidente.
Quienes se oponen a Putin dirían que su elección confirma las sospechas de que estos comicios, como los parlamentarios de diciembre, no son un reflejo acertado de las preferencias del país, sino una obra teatral prefabricada, manipulada para producir el resultado que el Kremlin siempre quiso.
Incluso antes de que finalizara la jornada ya se estaban emitiendo quejas sobre la votación, y aparecieron sospechas de violaciones en el proceso electoral a medida que avanzó el día.
«Carrusel de votos»Activistas de la oposición y observadores internacionales dijeron que en particular estaban preocupados por informes sobre lo que se ha denominado «carrusel de votos», donde grupos de electores participaron más de una vez en diferentes puestos de votación.
Funcionarios rusos negaron las acusaciones y aseguraron que grupos de votantes simplemente estaban siendo transportados en buses desde plantas y fábricas hasta los puestos de votación porque son trabajadores que terminaban sus turnos.
Su queja es que los activistas de la oposición llamaron la atención deliberadamente sobre rumores e «información falsa», con el objetivo de afectar de antemano los resultados electorales.
Tendrá que pasar un tiempo antes de que se pueda confirmar si las sospechas de violaciones tienen algún sustento. Los activistas de la oposición siempre aseguraron que el momento más probable para el fraude electoral podía ser después de que se terminara la jornada, cuando los votos se cuentan en privado.
Si eso es cierto, entonces todavía falta bastante para que se pueda completar la imagen del supuesto fraude electoral.
Mikhail Prokhorov dijo que le preocupaban las acusaciones de violaciones electorales.
Mientras tanto, un mítin de apoyo al nuevo presidente que se realizó en frente del Kremlin ya envió un mensaje claro: la elección se acabó y la tercera era del «putinismo» -es decir, su regreso al Kremlin por tercera vez- ya es un hecho claro e indiscutible.
Es curioso que la victoria haya sido declarada tan temprano, incluso antes del conteo de votos, especialmente porque Putin parece insistir tanto en el protocolo.
Manifestantes jóvenes entrevistados en el mítin en televisión nacional expresaron su alegría por el triunfo de su candidato «ideal», en medio de un mar de banderas rusas, en una atmósfera de júbilo meticulosamente creada.
Antes de que pasara mucho tiempo, y como ocurrió hace justo cuatro años, los dos -el presidente saliente, Dimitri Medvedev y su reemplazo- aparecieron en la plataforma dispuesta para el evento para aceptar las felicitaciones de la multitud.
Un apunte
Fraude
MOSCÚ. AFP. La oposición rusa convocó para este lunes una importante manifestación de sus simpatizantes, que tachan de fraudulenta la victoria de Vladimir Putin en las presidenciales con casi el 64% de los votos.