En múltiples ocasiones, incluida la columna anterior con el título¡Que desorden!, hemos externado con la responsabilidad como maestro, alfabetizador, en el año 1951, bajo las órdenes de la Férrea Dictadura de Rafael Trujillo Molina, que teníamos apena 15 años de edad y alfabetizamos adultos, mujeres y hombres, adolescentes y niños, en los bateyes o fincas bananeras, Walterio, Maguaca, Madre, Julián y Jaramillo, en las Plantaciones Bananeras de la División Berlanga, de la United Fruit Company, en Montecristi, que es por adicción, aunque habíamos nacido en la ciudad de Santo Domingo, en el año 1936, en el Hospital Internacional que le fue donado por la Iglesia Evangélica de los Estados Unidos, después del ciclón de San Zenón, ubicado en la avenida México, esquina Rosa Duarte de la ciudad capital.
Nunca hemos abandonado ni le hemos dado la espalda al compromiso que tiene el pueblo dominicano con esta Nación, pero calificada y reconocida como uno de los pueblos más valientes del mundo. La RepúblicaDominicana no es un país de Latinoamérica es un país hispanoamericano porque el idioma que hablamos es español, los hábitos de vida son españoles también, las costumbres en su mayor pate de lo que comemos son de la cocina española y hasta la religión fue establecida otros pueblos del Continente por los conquistadores españoles, no podemos borrarla ni queremos hablar otro idioma que no sea el nuestro. La figura que recuerda la Génesis del pueblo dominicano fue Guarocuya, bautizado después como Enriquillo, que hablaba leía y escribía el español, y fue además el fundador de la Escuela Militar Dominicana.
Un pueblo como el dominicano con todos esas cualidades admirables y con el ejemplo que le ha dado a otros pueblos de América y del mundo porque ha podido hacerlo por la fertilidad de su tierra y de los productos que cosecha, que por su cantidad no podemos citarlos a todos pero son los que garantizan más que el turismo y cualquier otra industria, fabricas, o actividad como turismo nos haya llevado a una posiciónprivilegiada no solamente en la región del Caribe sino en toda Hispanoamérica, que ha entrado en un proceso de desorden y descomposición que no sabemos hasta donde va a llegar, si seguimos viendo esa situación. Nosolamente es el problema de Haití, que no es Estado, Nación o República, sino un “Conglomerado Humano” que cada día que transcurre es mayor su desorganización.
No hablemos tanto ni sigamos repitiendo los absurdos y las cosas que se publican a veces que no tienen sentidos: todos los medios de comunicación escritos, radiales y televisivos, y las comparecencias que hacen dirigentes políticos en esas publicaciones escritas radiales y televisivas, advierten que no vamos por el camino que debía llevarnos desarrollo económico y social que garantiza la riqueza material y humana que “ la mano de Dios” nos ha dispensado como dicen importantes sectores de nuestra población señores no hablemos tanto y enfrentemos la realidad en la que vivimos y actuemos con la responsabilidad y valentía, y lucidez de nuestro pueblo que hemos señalado en múltiplesocasiones es un ejemplo para los pueblos pequeños del mundo sino también para los medianos y mas grandes que no disponen de los recursos de los cuales nosotros disponemos.