Por qué se trae de nuevo a la palestra el olvidado caso de corrupción de los aviones Súper Tucano, cuyos responsables no fueron judicialmente sancionados en su momento? ¿Qué se busca ahora? ¿A quién o a quiénes se procura dañar? ¿Y esa bulla en los medios de comunicación ante una iniciativa carente de sinceridad y cuya causa hay que buscarla en la lucha interna que se libra en el partido oficialista?
Se trata de un hecho selectivo ante los cientos de casos de corrupción que se han registrado en las administraciones del PLD. Al igual que en el proceso judicial a Félix Bautista, mano derecha de Leonel Fernández, son altas las posibilidades de objetivos políticos por un lado y de circo y entretenimiento por otro lado.
Una vez alcanzada la finalidad política resultarían inocentes todos los supuestos sobornados en la compra de los Súper Tucano, donde hay militares, antiguos militares y por lo menos un legislador. Posiblemente también se les recompense económicamente, tal y como se hizo con Félix Bautista. A Bautista, una vez aplastado y rendido Leonel Fernández, el antiguo león, se le designó jefe de campaña en San Juan de la Maguana y sus empresas, como en sus buenos tiempos, fueron nuevamente beneficiadas.
Durante estos últimos cuatro años el Ministerio Público no ha tomado una sola iniciativa judicial sin la anuencia del presidente Danilo Medina. En la Procuraduría General de la República reposan centenares de denuncias de actos de corrupción, en desmedro del Estado, por lo que mueve a sospecha de trasfondo político cuando se selecciona algún expediente determinado.
Algunos ingenuos, sorprendidos en su buena fe, saludan el apresamiento de civiles y militares ligados a la compra de los aviones, sin darse cuenta que no hay voluntad sincera de combate a la corrupción, porque de ser así se le daría luz verde al Ministerio Público para que trabaje todos los expedientes, sin distinción de ningún tipo.
Los peledeístas dan cátedras lavando sus trapos sucios en su casa. De la gravedad de la crisis interna del PLD se sabe muy poco. Será con el paso de los días que se conocerán las causas de estos apresamientos sospechosos de un caso ya olvidado. ¿Qué se busca ahora? Por lo menos es la pregunta que se formula el autor de este artículo.