El presidente de la Unión Nacional de Transportistas y Afines (Unafrafin), Arsenio Quevedo, acusado de complicidad en la muerte de tres choferes, dijo esta mañana que espera ser descargado en el juicio de fondo que se le sigue a él y a otros cuatro imputados, ya que según adujo no existen pruebas que lo incriminen porque no participó de ninguna forma en esos hechos.
“Tendrán los jueces que descargarme porque no estoy vinculado intelectualmente ni materialmente en ninguno de esos hechos. Yo espero que Dios le dé entendimiento a los jueces para comprender la situación por la que estoy pasando, que es una trama fruto de la intolerancia”, dijo Quevedo.
Afirmó que ha sido víctima de una persecución político-sindical, emprendida por personas del sector que no aceptan el crecimiento del otro “de ahí viene toda la trama y el complot para sacarme de circulación del transporte”.
“Aquí se ha hablado que yo vine descalzo del campo y que dirijo una gran empresa del transporte, pero eso es fruto del trabajo y la dedicación”, añadió.
Dijo que su salud sigue delicada y que ayer le bajó la presión y se sentía con mareos “no me baja la azúcar y tengo tres hernias que no me dejan dormir”.
Agregó que no quiere ver a ninguna familia pasando por la situación que atraviesa la suya con dicho proceso.
“Yo me siento muy mal porque la Fiscalía sabe quién es quién aquí y tienen como investigar el perfil delictivo y social de cada persona”, concluyó.
