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Todos sabemos que sin justicia no hay posibilidad de desarrollo social ni nacional. Sin justicia no hay democracia. Y donde hay justicia, dijo Confucio, no hay ni hambre.
La suerte de la justicia dominicana, que es la suerte de la colectividad, está ligada a la correcta ejecución del Plan. Si fracasa, se pierden por mucho tiempo los sueños de vivir en una sociedad decente.
El Plan del Poder Judicial tiene en cuenta la Ley 1-12, de Estrategia Nacional de Desarrollo 2030 (END). Promete la conformación de “Un Estado social y democrático de derecho, con instituciones que actúan con ética, transparencia y eficacia al servicio de una sociedad responsable y participativa, que garantiza la seguridad y promueve la equidad, la gobernabilidad, la convivencia pacífica y el desarrollo nacional y local.”
Además, aspira a “Una sociedad con igualdad de derechos y oportunidades, en la que toda la población tiene garantizada educación, salud, vivienda digna y servicios básicos de calidad, y que promueve la reducción progresiva de la pobreza y la desigualdad social y territorial.”
Por tanto, el Plan del Poder Judicial es parte integrante de la END.
Dice: “Aunque abarca un período de 5 años, tiene una visión de más largo plazo, pues se trata de sentar las bases para la modernización de la administración de justicia que requiere la sociedad de mediados de este siglo XXI, marcado por el uso cada vez más intensivo de la tecnología, de la dinámica de las relaciones sociales, de la transformación de la economía y del rol que debe desempeñar el Poder Judicial en la sociedad. Asimismo, es un Plan realista pues se han tomado en cuenta las fortalezas, las limitaciones institucionales, culturales y económicas.”
Los objetivos estratégicos del Plan de la Judicatura están claramente delineados. Lograrlos debe ser un compromiso, por una parte, de los integrantes del Poder Judicial y, por la otra parte, de la sociedad en su conjunto. Veamos esos objetivos estratégicos. En primer lugar, Facilitar el acceso a la justicia de la población en condiciones de vulnerabilidad y adecuar la infraestructura para hacerla más incluyente y digna.
Persigue propiciar la solución de conflictos vía métodos alternos y servir a las personas a través de medios digitales.
En segundo lugar, declara que tiene el propósito de lograr un servicio de justicia eficiente y confiable, apoyado en las tecnologías de la información y la comunicación (TICs) y optimizar el marco normativo para fortalecer el servicio.
Y en tercer lugar, busca implementar el compromiso institucional; promover una gestión judicial transparente, fortalecer la Carrera Judicial y desarrollar capacidades para la gestión por resultados. Por tanto, ahí tenemos el Plan. Manos a la obra.