En Haití
Aumenta tensión
El presidente haitiano Michelle Martelly sortea un escabroso panorama político y social. Enfrenta por un lado las presiones de la comunidad internacional para que convoque a elecciones municipales y legislativas. Y por el otro violentas protestas internas contra el alto costo y el deterioro de las condiciones de vida.
En tanto se incrementan las tensiones y confrontaciones se tornan más violentas, Martelly, de quien también se reclama la renuncia de la Presidencia, parece cada vez más solo para lidiar con la atmósfera. Hasta el presidente de Uruguay, José Mujica, anunció que contempla retirar el contingente que integra la Minustah (Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití) por el déficit democrático.
En las últimas horas, Puerto Príncipe ha sido sacudido por candentes movilizaciones, que han incluido disparos y quema de neumáticos, en protesta por la carestía de los artículos de primera necesidad y el deterioro de las condiciones de vida. Martelly tendrá que sacudirse, porque su Gobierno deja la impresión de que se ha quedado sin combustible en medio del camino. La magnitud y frecuencia de las protestas evidencian que el descontento de la población es cada vez más significativo.
Política deportiva
Jaime David Fernández Mirabal podrá tener las mejores intenciones e incluso diferenciarse del cielo a la tierra de su antecesor en el Ministerio de Deportes. Pero, si es como ha alegado el presidente del Comité Olímpico Dominicano (COD), Luisín Mejía, de que sus decisiones son unilaterales, puede que su método de trabajo no sea el más conveniente para el sector. Según Mejía, en muchos casos Fernández Mirabal ha aplicado sus propias ideas “y no una política que sea fruto del consenso con los diversos sectores que interactúan en el deporte. Como debe ser. El desorden que pudiera haber encontrado Fernández Mirabal en la cartera no justifica que ignore al movimiento deportivo en las decisiones para impulsar el sector.
Sin los recursos que requieren las federaciones, aunque sean rigurosamente supervisados, no es verdad que se alcanzará el desarrollo del deporte. Jaime David debe tomarlo en cuenta, así como las observaciones del presidente del COD, quien por demás es un dirigente bastante comedido.