Para mirarse espejo de Perú.-

El escándalo de corrupción que culminó con la renuncia del presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, es un espejo en el cual tienen que mirarse los partidos políticos y los congresistas dominicanos.

Si el mandatario estaba en la cuerda floja, el detonante que precipitó su dimisión fue el revuelo sobre la compra de votos con recursos supuestamente aportados por la constructora Odebrecht a cambio de la asignación de obras.

Por la cerrada oposición del oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y su mayoría legislativa, proyectos fundamentales para el juego político como las leyes de organizaciones políticas y electoral no han podido aprobarse.

A favor de las piezas se han pronunciado desde el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Organización de Estados Americanos (OEA), la Cámara Americana de Comercio, el Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), la Asociación de Industrias, la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus), Participación Ciudadana y otros sectores de mucho peso social, pero sin resultado positivo.

Ahora que un escándalo de compra de votos se ha convertido en la espoleta para la renuncia del presidente peruano por aquí se tiene que prestar atención a la necesidad de leyes para transparentar y regular los procesos electorales.

Desconcierta reconocer que por falta de legislación que castigue el uso irregular de los recursos públicos y prácticas como la compra de votos el escándalo peruano no tendría por estos predios ninguna consecuencia.