El contexto mundial a principios de marzo de 2024 presenta un gran contraste entre el panorama que concibieron los que planearon rodear militarmente y tomar a la Federación Rusa a través de una guerra de la Organización del tratado del atlántico Norte (OTAN) y la realidad actual, pues las más de 16 mil sanciones, el aislamiento y las sucesivas derrotas bélicas, no se han producido y Rusia esta liderando a los países que aspiran a un nuevo orden internacional, donde prime una nueva arquitectura de seguridad y respecto a la soberanía de las naciones al margen de su tamaño.

La Corporación Rand, creada en 1948 para llevar a cabo estudios de diagnósticos, análisis, diseño de medidas políticas y militares, y aconsejar operativos para el Pentágono; tenía todo listo cuanto se supo de sus recomendaciones para actuar contra la Federación Rusa para dividirla en varios pequeños Estados que facilitaran el usufructo de sus recursos por parte de Estados Unidos y Gran Bretaña. La dramática revelación apareció en el New York Time en 2019.

El Proyecto venía desde lejos, se aceleró tras la caída de la Unión Soviética, y el fortalecimiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) tras poner en marcha su expansión geoestratégica en torno a los territorios rusos. En 1992, con apenas un año de la desintegración, Paul Wolfowifz, asesor del pentágono (teórico de la violencia, ruso fóbico y sionista), declaró que no importaba el régimen político que tuviera Rusia, pues sigue “siendo una amenaza a los objetivos estadounidenses por su tamaño, sus muchos recursos, su poder militar, la posesión de petróleo, gas y otros, hay que desintegrarla y dividirla en varios Estados pequeños”.

Entre 1991 y 2020 fue el lapso cumbre del dominio unipolar norteamericano, aplicando abiertamente el unilateralismo militarista a lo largo y ancho del mundo sin contrapeso alguno. Durante ese período EU, el G7, la OTAN y la Unión Europea gobernaron despóticamente, imponiendo el neoliberalismo, actuando casi siempre al margen del derecho internacional y a veces abiertamente contra los dictados de las Naciones Unidas y la legalidad internacional. La expoliación de recursos del tercer mundo fue la norma, como en los mejores tiempos del sistema colonial. Se hizo normal violentar gobiernos legítimos mediante Revoluciones de Colores para derrocarlos o para que acataran los mandatos de empresas multinacionales, del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial, o de la OTAN.

Esos comportamientos despóticos obedecían a las recomendaciones de otro de los grandes estrategas norteamericanos para preservar y extender el dominio de la Anglósfera por cien años más. En su obra cumbre El Gran Tablero Mundial, Zbigniew Brzezinski, sugiere lo que debía hacer Estados Unidos para consolidar su dominio planetario luego de quedar como única potencia hegemónica; según él, nadie podía llegar a tener poderes que le permitiera desafiar el dominio económico, tecnológico, militar o político a Estados Unidos.

Al quedar atrás la Guerra Fría y el enfrentamiento de los bloques socio-económicos antagónicos, el dominio norteamericano era incuestionable. Pero el mundo venía cambiado aceleradamente en materia de desarrollo científico-tecnológico, se afianzó la informática, que venía en gestación desde décadas y pasó a formar parte de la cotidianidad de millones de personas, gobiernos, entidades globales y de uso masivo en los ejércitos y empresas. Con el formidable desarrollo cibernético, informático y robótico se democratizó el uso de la comunicación en tiempo real y junto a la masificación permitió rompió el monopolio informático que los grupos dominantes tenían de la información global.

Haber roto el control que el poder político dominante mundial había estado ejerciendo sobre más del 90% de las noticias que circulaban en el mundo; creó las condiciones para el surgimiento de medios alternativos que han hecho añicos los relatos manipulados de los acontecimientos mundiales, de las tergiversación de la historia y ha dado lugar a nuevas perspectivas de análisis, estudios y ha fomentado la ampliación de la conciencia sobre la naturaleza asimétrica de las relaciones Norte Sur creado las bases para un entendimiento Sur-Sur que ha resultado mortal para el dominio que ha ejercido el dólar, el sistema de transferencia monetaria , el sistema de sanciones medalaganarias y la manipulación hollywoodense. Si bien esta última no esta derrotada y se ensayan nuevas formas de bloquear al acceso a la verdad de las relaciones de dominación coloniales y neocoloniales.

En el escenario surgido desde 1991, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se expandió de 12 a más de 30 miembros tras su creación en abril de 1949, en cinco oleadas expansivas. Hoy la OTAN cuenta con países colaboradores en programas “por la paz”.(www.naato.int). La entidad militar rodeó la frontera de la Federación Rusa, llegando a países miembros, amigos y asociados, que con los diferentes estatutos son compelidos a recibir entrenamientos, armas y bases militares y tropas para operar en sus territorios, puertos y espacios aéreos, en fragrante violación a los acuerdos de 1989 entre Estados Unidos y la Unión Soviética de que no se expandirían hacia el Este “ni una pulgada” promesa que fue la base de la reunificación de Alemania, como lo atestiguan documentos desclasificados en Estados Unidos.

Es comprensible que teniendo ese poder político-militar del mundo, se invadiera Irak, se disolviera a bombazos la antigua Yugoslavia, se destrozara a Afganistán y se volviera invadir Irak, en el marco de una supuesta lucha contra el terrorismo, se asesinara a Gadafi en Libia, y se diezmara el país, se aplicara el terror elevándolo a política de Estado contra Siria, asesinando a miles y desplazando millones, se fomentaran guerras en Timor, Somalia, Yemen, Chad, Sudan del Sur, Congo, y la zona subsahariana, con más de 25 millones de muertos en 18 años y millones de desplazados, que han vivido verdaderos infiernos en países con otras lenguas y culturas, donde no tienen trabajo ni vivienda y carecen de asistencia médica , y sobre todo reciben el rechazo de las poblaciones locales.

Las guerras que la prensa Occidental ocultaron durante décadas, han sido fomentadas para debilitar esas naciones fomentando conflictos étnicas, territoriales, religiosos, conflictos políticos y fronterizos, todos presentan tráficos de armas, de seres humanos, de órganos, de diamantes, oro o intereses geopolíticos de grupos privados, corporaciones extractivistas, intereses de pandillas y de las distintas potencias norteamericanos europeos que se benefician de la venta de armas en esos territorios y dan empleos a mercenarios que son alquilados por compañías privadas.

La situación ha llegado al extremo de que las autoridades civiles y militares del G-7 y la OTAN desdeñan a los gobiernos y personalidades que clamaban por la paz, por un nuevo orden económico y respeto a la soberanía de las naciones y al ordenamiento jurídico internacional; pero nada los hace obtemperar a la Paz. Se consideran “Jardín” y al resto del mundo lo califican de” barbaros e incivilizados”. La arrogancia de Bush, los Clinton, Obama, Trump y Biden, Burrel, Von der Leyer y Azar, Tony Blair y otros son evidencias de su falta de estatura histórica lo que a la postre pagaran sus países. Las mentiras oficiales de los gobiernos españoles, franceses, alemanes, belgas y británicos son de antológica, esas conductas han sido para dejar claro quiénes son los que mandan y quienes debían obedecer. Su última gran manifestación de cinismo fueron los Acuerdos de Minz para ganar tiempo y prepararse para el conflicto en gran escala que tenían preparado contra la Federación Rusa, según confesó la primera ministra de Alemania Ángela Merkel y no hay que olvidar el subterfugio de las armas de destrucción masiva que le atribuyeron a Irak, como pretexto para invadirla, destrozarla y adueñarse de sus pozos petroleros, acción que repitieron en Siria y Libia además de financiar grupos terroristas, como el Isis.

Desde febrero de 2022, todo comenzó a cambiar a favor del sur global. El ejército ucraniano, avituallado por Estados Unidos, Gran Bretaña y la OTAN, asesorados por ellos, y abastecidos económicamente por Europa, ha sido hecho pedazos en dos años de la operación militar especial de la Federación Rusa, quedando en evidencia la superioridad militar de esta, subestimadas en los informes de inteligencia de la Corporación Rand, la OTAN y la CIA.

La guerra del G-7 y la OTAN contra Rusia en Ucrania inició en viraje radical de la correlación de fuerza mundial a favor del sur global, no obstante, las 16,000 sanciones, votadora del Nort Stream II, las censuras a los medios rusos y a la libertad de expresión a nivel mundial, que se ejerce impúdicamente.

Del conflicto en Ucrania, Europa rápidamente quedó evidenciada como vasalla de Estados Unidos, han caído cinco primeros ministros, generando una dramática crisis de representación y de legitimidad de los gobiernos frente a sus ciudadanos; a lo que hay que agregar la peligrosa mezcla de crisis económica y política, expresada en desabasto alimenticio, que ha encarecido los productos de primera necesidad y desatado grandes jornadas de protestas contra la Guerra, contra los gobiernos lacayos, contra los incrementos del índice del costo de la vida y por unánime rechazos a la y por la paz mundial.

En contraste a la situación europea, China e India se han fortalecido al pasar a comprar petróleo, gas, fertilizantes, metales y alimentos en Rusia más baratos para sus economías y en algunos casos revenderlos a tres veces su valor de compra a los europeos. China e India desplazan a Alemania, que se desindustrializa. Londres nunca había padecido crisis semejante y Francia tampoco.

No hay país europeo que no esté sintiendo la dureza de la presente coyuntura con, restricciones a los derechos ciudadanos e incremento de medidas neoliberales para recaudar más dinero a los fines de sostener la guerra insostenible, se presiona para que los ciudadanos paguen más impuestos para solventar la guerra que defienden la cancillería europea, el parlamento europeo, el Banco Europeo y la dirección de la OTAN.

Estados Unidos presenta síntomas de crisis de hegemonía en sus relaciones con África, América Latina y recurre a los golpes blandos, como el intento de bloquear la toma de posesión en Guatemala, la campaña de desestabilización contra Petro en Colombia, el golpe contra Castillo en Perú, la militarización de Ecuador y el caos en Haití y crecen amenazas de recrudecen las sanciones contra Cuba, Venezuela y Nicaragua.

A interior de EU crecen los enfrentamientos entre el bipartidismo oligárquico, expresados entre seguidores de Trump y Biden. Claros efectos de ellos son las posturas de republicanos y demócratas en el Congreso frente a las guerras de Ucrania y de Israel contra Palestina y las pugnas de poderes entre el Congreso y la Casa Blanca.

La clase política se pone una vez más en evidencia con su catadura moral; en tanto crece la acumulación de capitales vía el tráfico de armas del complejo-industrial-militar financiero, develando la guerra como gran negocio que sacrifica miles de jóvenes para engrosar los beneficios de la plutocracia financierista

Uno de los eventos más trascendentes de la presenta coyuntura ha sido la salida a flote las tensiones neocoloniales de 14 naciones africanas contra el dominio imperialista francés, expresadas en el espolio de sus materias primas.

El ataque contra el Estado terrorista del Sionismo Internacional, y la respuesta de Netanyahu dejando miles de muertos y pretender desplazar toda la población de Gaza, lo ha aislado a él, a sus padrinos británicos, europeos y la cúpula sionista norteamericana que han sido repudiados por millones de ciudadanos en todos los continentes.

Mientras el Norte global vive su peor pesadilla mundial, los países que integran los BRICS, ahora fortalecidos, esperan a crecer más este año, ya formó el Nuevo Banco de Desarrollo con ello debilita dramáticamente al dólar y el sistema SWIFT, creado y controlado por Estados Unidos para ejercer poder en el ámbito financiero y del comercio, también queda disminuido(tiene 12,000 bancos asociados y el nuevo NBD ya tiene 3,000 y creciendo), se fortalece la Asociación Económica de Shanghái en Asia, la Asociación de países Árabes, la asociación de excolonias en África.

En todo Londres, Bruselas; Berlín, Paris, Roma y Madrid los campesinos en las calles reclamando subsidios, ocupando las calles y carreteras con tractores, en repudio a los gobiernos cipayos; y, la corona del pastel, Sudáfrica gana una pelea jurídico diplomático en la Corte Internacional de Justicia contra los asesinos del pueblo palestino y concita el apoyo del Sur Global.

A nadie con un ápice de conocimiento histórico y geoestratégico le cabe dudas sobre el cambio tectónico que vive la humanidad por un Nuevo Orden Mundial distinto al globalismo militarista y neoliberal que surgió en 1991y que se resiste a morir a pesar de su crisis terminar.

Por Dantes Ortiz Núñez

danteortiz1957@gmail.com