Al entrar en su último tramo, los golpes bajos que han asomado, entre los que figuran la difamación y la injuria, confieren una deriva inquietante al actual proceso electoral.

El presidente del PRM, José Ignacio Paliza, adelantó que procederá judicialmente contra quienes en medio de la actual campaña han tratado de ensuciar el nombre de su familia.

“En las últimas semanas”, dijo, “han trasladado algunas de esas injurias a mi familia, mi esposa, mis suegros, a gente muy cercana a mi que no lo merecen, que no son propias de estos mundos y que tienen una vida muy ejemplar, muy limpia”.

Paliza, también coordinador de la campaña reeleccionista del presidente Luis Abinader, aludió, sin entrar en mayores detalles, a un mensaje que después de ser colgado en X, antiguo Twitter, fue borrado.

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Por su condición política ninguna persona debe permitir que se manche su dignidad o la de su familia. Deja mucho que desear que las diferencias partidarias sean llevadas a un plano personal o que personas se escuden en los medios para tratar de enlodar reputaciones.

La vía para las reparaciones, como ha anunciado Paliza, no es otra que la de los tribunales.