El gobierno de Estados Unidos, a través de su presidente Joe Biden, ha hecho público su reconocimiento al presidente Luis Abinader y a República Dominicana por su demostrada lucha anticorrupción. Y se ha producido este pronunciamiento justo en el momento en que la Justicia dominicana alista un proceso que parece será muy complejo sobre ese tema, dada la condición y cantidad de los imputados.

Desde que asumió como candidato a la Presidencia de la Republica Luis Abinader definió claramente y así lo expuso en cada espacio, momento y circunstancias, sus objetivos y metas con el tema de la recurrente corrupción en los estamentos del Estado en República Dominicana. Y fue, precisamente, esa posición la que lo adornó de un amplio respaldo popular que se reflejó ampliamente en las urnas durante las elecciones de 2020 y cuyos resultados están plasmados en los datos finales del pasado proceso comicial.

Pero Abinader no ha dejado en el camino sus propósitos de adecentar y transparentar la gestión gubernamental, sino que ha tomado medidas ejemplarizadoras en lo personal e institucional. Recordemos que desde que llegó al Palacio Nacional se desvinculó del manejo de su patrimonio personal, cuya administración puso bajo responsabilidad de un fideicomiso familiar. Pero, además, también desistió de percibir el salario que por sus funciones como presidente de la Republica le corresponde devengar cada mes, para ponerlo a disposición de personas e instituciones no gubernamentales de servicios.

Pero aún más, también creó la Dirección General de Ética e Integridad Gubernamental bajo responsabilidad de una mujer de conducta incuestionable y dilatada transparencia en el ejercicio gubernamental, como la doctora Milagros Ortiz Bosch. Que el presidente Biden lo haya reconocido públicamente ese esfuerzo, claro que tiene mucho valor y mérito, sobre todo porque viene del jefe del Estado de una de las principales potencias y naciones del planeta y además hecho desde un escenario en el que convergieron importantes líderes mundiales de todos los géneros y doctrinas.

Y, como si fuera poco y no el todo conforme con sus esfuerzos de moralización y adecentamiento de la gestión pública el presidente Abinader promueve un fortalecimiento del Ministerio Público con su propósito de crear, por primera vez en el país, un Ministerio de Justicia con un radio de acción tan amplio para abarcar temas tan sensibles como el de los derechos humanos.

Por: Jerez Wisk katleenh487@gmail.com