Un ingrediente más comprometedor se ha agregado a la ruidosa disputa protagonizada por el diputado y presidente de la Federación Nacional de Transporte la Nueva Opción (Fenatrano), Juan Hubieres, sobre los terrenos declarados de utilidad pública en Brisas del Este. Se trata de la confesión del legislador y empresario de que, no obstante un desalojo efectuado el 4 de mayo, incitó a varias familias a ocupar los predios.
Si bien precisó que aupó los asentamientos porque los terrenos son de su propiedad, extraña que hasta el incidente del sábado, en que él, un mayor de la Policía y otras personas resultaron heridos durante una balacera en que degeneró una acción de desalojo, se decantara por la fuerza y no por las vías legales.
Sobre la base de tres decretos de 1992, 2003 y 2004 que declaran los predios de utilidad pública fue que en septiembre de este año el abogado del Estado ordenó el desalojo. Antes de ejecutar la acción, el Ayuntamiento de Santo Domingo Este, el Ministerio de Medio Ambiente y Bienes Nacionales alegan que dieron un plazo de 30 días para que los ocupantes desalojaran los predios.
Sin embargo, antes que obtemperar el mandato de la ley Hubieres y una claque de Fenatrano se instalaron en los terrenos, utilizando de escudos a las desesperadas familias a las que, además de incitarlas a ocuparlos, también confiesan que ayudaron a levantar casuchas.
Por la presencia de mujeres y niños indefensos la provocación, que es como cabe definir la violenta ocupación que se saldó con varios heridos de perdigones, entre los que figuran Hubieres, el mayor Alejandro Benítez Minier y otros, pudo terminar en una tragedia.
Pero las consecuencias negativas para la población no se hicieron esperar. En protesta por el desalojo de los predios declarados de utilidad pública, que se efectuó al amparo de las leyes, Fenatrano suspendió el servicio de transporte desde la zona, dejando varados a miles de usuarios.
Hubieres ha alegado que los terrenos son de Fenatrano. Y dice que como los compró puede meter en ellos a quien le dé su gana. Si es así, ¿por qué entonces decidió apelar a la fuerza y no a las leyes para demostrar que es su legítimo propietario y justificar las construcciones que se han levantado?
Delatado por su conducta, en su caso vale la sentencia de que a confesión de parte, relevo de pruebas.
