Las chatarras abandonadas en las vías públicas, los tarantines, quioscos y talleres representan, entre otros, no solo son un obstáculo para el tránsito, sino una fuente de contaminación que por demás afectan el ornato.
En desmedro del libre tránsito de vehículos y peatones muchos tramos han sido privatizados por particulares que han improvisado parqueos, lavaderos y los más variados negocios en calles y aceras. De ahí que merezca el más amplio respaldo el plan piloto anunciado por la Digesett para recuperar los espacios públicos, que es en definitiva de lo que se trata.
Para que no se alegue ignorancia la Digesett informó que el operativo de despeje de las vías incluye la avenida Kennedy, Quinto Centenario, Padre Castellanos, Francisco del Rosario Sánchez, Avenida del Puerto y se extenderá a otros sectores del Distrito Nacional y el Gran Santo Domingo.
Para más alcance el operativo debe incluir multas o remociones de los vehículos estacionados en áreas prohibidas, en abierta violación de la ley. A la Digesett se le ha criticado mucho la flexibilidad a la hora de aplicar la ley sobre las violaciones en las vías públicas.
El director Ramón Guzmán Peralta puede dar por descontado que no estará solo en el operativo para recuperar los espacios, sino que contará con el respaldo de los sectores más sensibles, que son los que sufren con las chatarras, los negocios, la privatización de tramos y los obstáculos colocados en las calles.
