El mandatario Abinader debe renovar algunas de las estructuras de su gobierno. Algunos funcionarios lucen desgastados, muy desgastados, pero sobre todo, el discurso de esos ya no se corresponde ni por asomo a las exigencias de un presidente con aspiraciones reeleccionistas.
Algunos pensarían que este artículo es una irreverencia, una falta de responsabilidad al no mencionar por sus nombres y apellidos aquellos que desde nuestra óptica deben ser sustituidos de sus cargos, o un tremendismo de parte nuestra, pero no es así.
En el gobierno se observan a funcionarios que tal y como lo expresáramos en uno de nuestros escritos pasados, les están haciendo un muy flaco papel a la popularidad y a los aprestos reeleccionistas del Presidente.
El Presidente sabe más que yo cuales son, pues, en mis apreciaciones me manejo con la percepción de lo que en el día a día veo por la prensa, así como por los comentarios televisivos, mientras que el mandatario tiene los datos precisos de las mediciones de los funcionarios de su gobierno.
Ahora bien, pudieran haber algunos con una valoración, si se pudiera decir alta, sin embargo, y seguro estoy de lo que a continuación expresaré, sus contactos con las bases del Partido Revolucionario Moderno ( PRM), son casi nulos o totalmente inexistentes, por aquello de que a lo mejor bien pudieran ser de otros planetas.
Gobernadores, alcaldes, funcionarios de provincias, municipios o campos, han dejado sentir sus resabios y frustraciones al intentar por lo menos que uno de estos les tomen algunas de las múltiples llamadas, esas tan necesarias para la solución ya sea de un problema comunitario o la inserción de proyectos para el desarrollo comunitario.