Con el repudio a la violencia que se atribuye a agentes de la Policía para dispersar una manifestación pacífica en Cotuí contra la Barrick Gold, el cuerpo tendrá que tomar medidas.
Además de una investigación seria para establecer responsabilidades sobre las acciones de los agentes, la Policía tiene que erradicar de raíz los viejos métodos para lidiar con protestas sociales.
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La Conferencia del Episcopado Dominicano está entre las entidades que han condenado la represión de los agentes contra manifestantes, encabezados por el sacerdote Johnny Durán, que rechazan la construcción de una presa de cola en la comunidad de Arroyo Vuelta.
Para los obispos en un Estado de derecho se debe garantizar la paz, la justicia y el respeto a la ciudadanía. Durante la intervención de la Policía el sacerdote Durán y otras personas resultaron heridas. El caso debe aclararse.