El Banco Central ha ofrecido una amplia panorámica sobre el comportamiento del Índice de Precios al Consumidor (IPC), cuya variación fue de 0.65% en mayo, con una inflación acumulada durante el periodo enero-mayo de 3.36%, en el rango de la meta fijada para final de 2021 por esa institución.

La Encuesta Nacional sobre el comportamiento de los precios de bienes y servicios levantada por el banco emisor debería servir como instrumento esencial para la aplicación por parte del Gobierno de políticas públicas tendentes a desalentar alzas desmedidas en precios de artículos esenciales.

Ese estudio de campo identifica los grupos de mayor impacto inflacionario, entre los que figuran transporte (1.48%), alimentos y bebidas no alcohólicas (0.76 %), bienes y servicios diversos (0.60%), restaurantes y hoteles (0.57 %), además del grupo muebles y artículos para el hogar (0.50 %).

En términos particulares, el estudio del Banco Central resalta los incrementos de precios del arroz (2.10%), aceite de soya (6.21 %), aguacates (15.46 %), pollo fresco (0.92 %), huevos (1.91 %), carne de res (0.17 %), ajíes (5.02 %), agua purificada (0.83 %) y naranjas (7.53 %).

La variación del IPC no se refleja exactamente igual de una región geográfica a otra ni tampoco en las diferentes canastas o quintiles, como lo demuestra que el nivel de inflación en la capital y provincia Santo Domingo fue de 0.53%, en la región norte 0.67%, en el este 0.75% y en el sur 0.90%.

En cuanto a los estratos socioeconómicos, el incremento de inflación varió en 0.65% en el quintil 1; 0.68%, en el 2, y 0.62% en el 3, impactados básicamente por el aumento en los precios de los alimentos, combustibles y transporte, en tanto que en los quintiles de mayores ingresos (4 y 5) fue de 0.61% y 0.67%, debido principalmente a las alzas de los combustibles y pasajes aéreos.

El ente emisor ha realizado un estudio altamente técnico que involucra entrevistas a más de 15 mil comercios, industrias y establecimientos de servicios en todo el país, cuyos resultados fueron tabulados conforme a métricas utilizadas por organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional.

Es por eso que se sugiere que los resultados de esa encuesta sobre el comportamiento de la inflación sirva de referente al momento de diseñar políticas públicas de impacto socioeconómico, en las discusiones sobre salario mínimo, y en todo lo relacionado sobre crecimiento económico, desarrollo social y redistribución del ingreso.