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Salmos violados

Salmos violados

Elvis Valoy

El doctor José Francisco Peña Gómez la distinguió y la colocó en el mismo trayecto del sol, catapultándola a espacios siderales.

Pero es más que evidente que de tiempo en tiempo, la directora de Ética e Integridad Gubernamental, doctora Milagros Ortíz Bosch, va dando inequívocas señales de abandono del respetado armazón teórico conceptual que todo el mundo pensó había heredado de la ideología del doctor Peña Gómez, quien siempre la consideró su discípula y continuadora de su obra.

Con sus declaraciones sobre las anomalías encontradas por la Contraloría, Ortíz Bosch negó el peñagomismo que ella eternamente pregonó, pues para doña Milagros, «no eran graves y todas subsanables», demostrando así estar lejos de esas ideas.

Como un mantra yoga, el doctor Peña Gómez repetía «el daño» que le ha hecho la reelección al país. En todo momento el dirigente del PRD abominó de la obstinación de querer mantenerse en el poder.

No hubo un discurso por Tribuna Democrática en donde Peña, con la sabia asesoría de los historiadores Emilio Rodríguez Demorizi y Hugo Tolentino Dipp, no arremetiera en contra de los gobernantes que históricamente buscaron permanecer por más de un periodo.

Es por eso que resulta insólito que doña Milagros, violara alegremente uno de los salmos de la doctrina de su líder, mentor y guía, inscribiendo al presidente Luis Abinader en las primarias del PRM. Indiscutiblemente que aquí cabe perfectamente la frase del salsero Rubén Blades cuando dice que: «El poder poder desenmascara».