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¿Se puede ser madre y amiga de los hijos?

¿Se puede ser madre y amiga de los hijos?

Santo Domingo. Infinidades de veces se ha escuchado la frase “tu madre es tu mejor amiga”, pero ¿En realidad se puede llevar una relación de amistad cuando están vinculada la disciplina y la autoridad? ¿Se puede ser madre y amiga a la vez?

El psicólogo clínico, terapeuta familiar y de pareja, Ricardo Pichardo aclaró que aunque resulte paradójico, la respuesta es no, ya que muchas veces se piensa que ambos roles son compatibles y no es así.

El profesional analiza que aquellos padres que se vuelven amigos de sus hijos, los dejan huérfanos pues “automáticamente una madre abandona su rol para convertirse en amiga, pierde autoridad y respeto. Los amigos, se apoyan, son cómplices, y una madre/padre no está para ser cómplice, esta para acompañar, guiar, corregir cuando es necesario”.

Ricardo Pichardo

El experto en salud mental manifiesta que de alguna manera se ha crecido con la idea de que la figura de la madre ha de ser autoritaria para que sea respetable y explica que en ese sentido hay mucha confusión, porque una madre sí debe practicar la firmeza en las reglas que ponga en el hogar, pero sin caer en el autoritarismo que es otra cosa.

“No puede ser permisiva, pues cuando deba aplicar la regla, le cuesta decir que no al hijo, y se pierde de hecho esa credibilidad o ese punto de referencia y contención que debe ser el padre/madre para el hijo/a. Sí una madre se convierte en amiga de  sus hijos no tendrá la autoridad suficiente y necesaria para advertir de lo que conviene o no ante un hecho determinado. De hecho, hay situaciones, acontecimientos en la vida de sus hijos, que simplemente no van a querer compartir con su madre, no porque les quiera ocultar cosas, sino porque son muy propias de cada uno, quizás con amigos de la misma edad, se siente en la confianza de hacerlo porque entienden que ese amigo lo comprendería mejor que sus padres”, dijo.

Un amigo es cómplice -afirma-,  una madre no lo puede ser en todos los escenarios de la vida. Un amigo, por inexperiencia o por inmadurez, puede cubrir al otro en vivencias propias de la edad, sobre todo en la adolescencia; una madre debe siempre saber poner límites y saber decir que no, estas dos acciones no siempre las encuentras en una amistad.

Pichardo hace algunas recomendaciones para que las madres cultiven una buena relación con sus hijos:

  • La reconocida psicóloga norteamericana, Christiane Northrup, dice   que ‘el mejor regalo que le puede hacer una madre a su hija es sanarse como mujer’.  “De cómo la hija vea el mundo, se ame, se respete, dependerá en gran medida de su madre y la visión que esta tenga del misma”.
  • Perdonarse. Nadie es perfecto. Las madres, en su gran mayoría y salvo excepciones, hacen lo mejor que pueden con los recursos que tienen. Nadie da lo que no tiene.
  • Practicar la escucha activa.
  • Agendar actividades que ambas disfruten.
  • Aprender a ser asertiva, si cuando es si, no cuando es no, sin dañar la autoestima del otro.
  • Respetar el espacio individual de cada una. No siempre la hija querrá pasar tiempo con su mamá, sobre todo en la adolescencia, es un “distanciamiento natural” en busca de su identidad.